Siete Puntos

Gioconda Belli: ¿Políticamente incorrecta?

Paco Gómez DETONA aquí algunas ironías sobre el empoderamiento femenino en la actualidad.
1.

Imaginemos que usted es papá de dos muchachas adolescentes, casi jóvenes, y en la mesa familiar afirma que sí, reprueba la violencia contra las mujeres, pero que también se opone a las agresiones de ellas hacia los varones, físicas y emocionales, cuando los manipulan con su llanto, se victimizan para lograr lo que se proponen o los chantajean para que ellos cambien una decisión importante en sus vidas.

Le recomiendo que, si se anima a expresar esas opiniones, porte una careta protectora de las objeciones, espero no golpes, que sus hijas y esposa le endilgarán.

2.

Sitúese en una reunión de parejas, en la que una señora, con la boca llena de orgullo, se felicita porque, por vez primera, tendremos de seguro una mujer en la presidencia de la república. Dejando en la mesa su bebida, usted replica que sí, que qué bueno, pero que ojalá ni Claudia y Xóchitl salgan como las morenistas que han guardado silencio ante las protestas de los grupos feministas, o como las panistas que aprobaron la militarización de Calderón, o como las priistas que permitieron durante décadas el saqueo de su partido a las arcas de la nación: de seguro no lo vuelven a invitar.

3.

Si usted es sacerdote y dice en una homilía que, sí, que ojalá en el futuro las damas accedieran al presbiterado, pero que su género no es garantía de sensibilidad pastoral, de lucidez teológica o de compromiso con los más pobres.

Más aún, refiere en el sermón que conoce ministras de la sagrada comunión muy clericalistas, empoderaditas al grado de sentirse superiores a quienes no tienen ese servicio, y amantes de generar problemas y chismes, cuídese de no ser denunciado ante las autoridades eclesiásticas por proferir groserías en contra de las mujeres servidoras de los altares.

4.

Conozco un historiador que en una clase universitaria, al oponerse a las cuotas de género, afirmó que ser mujer no le convierte por arte de magia en buena gobernante, ante la casi certeza de que tendremos próximamente una presidenta. Y citó los casos de Margaret Thatcher, artifice del neoliberalismo; Cristina Kircher, paradigma de la corrupción; Imelda Marcos, famosa pos sus miles de zapatos; y Sarah Palin, conocida por sus posiciones ultraconservadoras. Acaba de ser despedido no obstante sus méritos académicos y los premios internacionales que ha recibido por sus investigaciones.

5.

En los cuatro ejemplos aparecen actitudes políticamente incorrectas, pues cuestionar de alguna manera los excesos de ciertos feminismos, relativizar algunas afirmaciones como: “con una mujer de presidenta, México sería un mejor país”, resaltar los malos tratos de varones hacia sus parejas pero afirmando que también se dan de allá para acá, invitar a la consideración de las capacidades y competencias con independencia del género, son consideraciones que es mejor no hacer, si se quiere vivir en paz con el gremio femenino.

Por ello, me llaman la atención las siguientes frases: …

6.
… “Sería equivocado pensar que las mujeres somos incapaces de la impiedad… En el mismo país hemos experimentado las antípodas del ser femenino. Es evidente que, así como el hábito no hace al monje, el sexo no confiere impunidad para el desatino”.

¿Quién ha escrito estas palabras críticas de algunas mujeres? ¿Acaso un trasnochado machista, que no puede quitarse su esencia opresora y misógina? No. Las expresiones son de la feminista nicaragüense Gioconda Belli, en un texto del 2021 que lleva por título La crueldad también viste faldas, dedicado a la tirana Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.

7.

Cierre icónico.

Puedo presumir que aprendí italiano oyendo la radio en Roma. Había una estación que transmitía las 24 horas los debates en el Congreso. Quienes tomaban la tribuna le daban con todo a sus adversarios políticos, pero jamás utilizaron lo que conocemos como malas palabras. Esas, las parolacce, las aprendí en el camión, en el metro, en la calle, en los bares.

La corrección del lenguaje político se ha perdido, y ya sin el menor tapujo se utilizan expresiones que, nuestros papás nos decían, eran propias de carretoneros. Ya no. Los gobernantes también las utilizan.

Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).