Por supuesto que no es justo, ¿y?
Tan injusto como que hayan cerrado por segunda ocasión el paso al ganado mexicano por un brote controlado de gusano barrenador en Veracruz.
Injusto es que, junto a las imágenes de mexicanos sometidos y humillados en sembradíos de California por policías y guardias americanos armados para una guerra de exterminio, Trump exaltara a los jefes antimigrantes, Tom Homan y Kristi Noem.
Por “estar haciendo un trabajo fantástico. ¡gracias!"
Claro que es injusto.
¿y de qué nos sirve tener la razón? ¿Ha valido la pena la política de cabeza fría que cada vez parece más una de sumisión? Lo inteligente sería decir que sí lo ha valido, porque si la respuesta fuera no, ¿qué nos quedaría o seguiría?.
Aunque, a medio año ya de trumpismo, el balance bien podría marcar que, salvo Irán, y quizá Ucrania, ningún país ha sido peor tratado en tantos ámbitos que México.