Hay ausencias, que son reveladoras
1. Contexto del evento.
El pasado viernes, la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, aprovechó su visita a Nuevo León para reunirse en un restaurante con tres figuras políticas destacadas: Judith Díaz, Waldo Fernández y Tatiana Clouthier.
Este encuentro desató una ola de comentarios y especulaciones sobre su significado politico, tanto en el ámbito local como en el nacional.
La cita no fue casual: se da en un momento en el que Morena enfrenta divisiones internas, cuestionamientos a figuras clave y un proceso de definición de liderazgos rumbo al 2027.
2. Perspectiva nacional y local.
En el plano nacional, Morena enfrenta desgaste por los recientes escándalos que involucran a sus coordinadores parlamentarios: Adán Augusto López Hernández (Senado) y Ricardo Monreal Ávila (Cámara de Diputados).
En el plano local, la dirigencia busca cohesionar a las distintas corrientes morenistas y enviar señales de unidad, ante un panorama donde los adversarios políticos ya han iniciado “destapes” anticipados.
3. Actores clave y sus padrinazgos.
La reunión tiene un denominador común: los padrinazgos políticos.
- Judith Díaz, Waldo Fernández y Tatiana Clouthier cuentan con respaldos políticos de alto nivel.
- El padrinazgo, aunque puede ser una palanca para el ascenso, también implica riesgos: si el “padrino” cae en desgracia, el protegido puede enfrentar aislamiento político, daño reputacional y pérdida de influencia.
4. Riesgo y variables políticas.
Los casos de Adán Augusto, Monreal y Clouthier, muestran cómo los escándalos pueden impactar en la proyección política de sus cercanos.
Adán Augusto ha estado involucrado en enfrentamientos legislativos, acusaciones de corrupción y, lo más grave, la vinculación de un excolaborador con un grupo criminal de Hernán Bermúdez Requena, acusado de estar al frente del grupo criminal La Barredora desde que fue secretario de seguridad de López Hernández, en el paso de éste como gobernador de Tabasco y, posteriormente, como secretario de Gobernación.
Ricardo Monreal ha sido cuestionado por el uso de recursos privados para transporte y por ausencias públicas poco justificadas.
En ambos casos, la asociación con figuras cuestionadas puede tener un efecto cascada sobre sus ahijados políticos.
Caso aparte el de Alfonso Carlos Romo Garza.
Alfonso Romo ocupó el cargo de Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Un rango similar en poder de un Secretario del Gabinete y este permaneció en este puesto desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 2 de diciembre de 2020.
En otros términos, hablando en plata, fue uno de los colaboradores más cercanos a López Obrador durante sus primeros años de gobierno.
Cuando se tomaron las medidas por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos, de acusar a Intercam, CI Banco y Vector, Romo es propietario de Vector, de ser sospechosas de lavar dinero del crimen organizado.
Y se entiende, lo menos en términos políticos, que las autoridades Norteamericanas, conocían de la cercanía de Alfonso Romo con López Obrador decidieron proceder como procedieron, y acusar a Vector de lo que lo acusaron.
Este actuar de las autoridades de estados Unidos generaron un impacto no económico, legal sino político.
5. Mensajes y señales políticas.
- Durante su visita, Luisa María Alcalde reforzó el decálogo de la presidenta Claudia Sheinbaum, enfatizando:
- Unidad interna sobre divisiones o pragmatismos excesivos.
- Rechazo al amiguismo, influyentismo y nepotismo.
- Honestidad, sencillez y lucha contra discriminación y clasismo.
- Selección de candidaturas mediante encuestas ciudadanas.
Además, lanzó críticas directas al gobierno estatal de Samuel García y a Movimiento Ciudadano, equiparándolos al PRI y PAN en sus formas de gobernar.
6. Proyección electoral.
Pese a las especulaciones, Alcalde dejó claro que no existe aún candidato o candidata definido para la gubernatura de Nuevo León en 2027.
La definición, reiteró, se hará vía encuestas abiertas a la ciudadanía.
Sin tener todavía como impactaran en el electorado las acciones de los padrinos de los 3 ahijados, Judith Días, Waldo Fernández y Tatiana Clouthier.
La reunion, mas que un “destape”, fue un acto de acompañamiento y cobijo a los ahijados en apuros.
Se revela que fue un ejercicio de posicionamiento y alineamiento interno ante un proceso electoral donde las alianzas, las lealtades y los antecedentes de los padrinos políticos jugarán un papel crucial.
Conclusión:
La visita de la presidenta de Morena a Nuevo León, acompañada de la “Trinca” de Díaz, Fernández y Clouthier, envía una doble señal: unidad en la narrativa, pero también una cuidadosa medición de fuerzas internas.
El padrinazgo político sigue siendo un factor determinante, con sus beneficios y riesgos, en un contexto donde las definiciones de candidaturas aún no están cerradas, pero los movimientos estratégicos ya han comenzado.