Hazme el Favor - No Hard Feelings / EUA, 2023
Hazme el Favor es una comedia con Jennifer Lawrence a la cabeza, interpretando a Maddie Barker, una mujer desesperada porque no tiene por donde sacar dinero cuando le confiscan su carro por deudas fiscales en el pueblo donde vive. Su única solución es un anuncio en la controversial app Craigslist donde unos papás piden el apoyo de una mujer para que su hijo “se convierta en hombre” a cambio de un coche Buick.
Lo que debería ser una comedia finamente vulgar, “chafona” y picante, no pasa de un chistorete estirado por una hora y 43 minutos con la Lawrence, mal, y la sorpresa que la coestrella Andrew Barth Feldman funciona muy bien en pantalla.
La culpa es del director Gene Stupnitsky trabajando su propio guion en colaboración con John Pillips, donde a veces se quieren colocar sus chistes a nivel “colorado” pero luego se están escusando a la siguiente escena.
El punto de que los papás (Matthew Broderick, totalmente “qué le pasó” y Laura Benanti) quieren contratar a una mujer con la que su hijo tenga sexo, se limita a un par de chistes, a una escena de Maddie llegando en patines (se supone, que deberíamos revolcarnos en el piso del cine de la risa).
Y Maddie, que odia a los ricos que están acabando con su pueblo, pensando “no me estoy prostituyendo, los estoy explotando a ellos”
Caray, la cinta se convierte en un vehículo ochentero, de los que salían a razón de un estreno por semana y tiene demasiado, pero demasiado parecido con Soltero en Casa (Failure to Launch, 2006) de Matthew McConaughey y Sarah Jessica Parker.
El director opta por tratar de darle “profundidad” a los personajes, darle “vida” con conflictos “profundos” que los tienen traumados. Es que ella está encerrada en el pasado… es que él está también encerrado en su concha.
Y lo mismo de siempre: la receta de cocina para solucionar el problema es un evento cataclísmico para cambiar el rumbo de la vida.
O sea, la comedia se convierte en un drama para que Jennifer Lawrence se vea “bien”, pero no. La cinta no puede malabarear drama y comedia a como lo presenta la cinta, porque el punto es simple: no hay comedia.
Ni siquiera las parte “coloradas” fuertes ayudan
Se supone que ver a la Lawrence totalmente desnuda peleando contra tres borrachos en la playa (sí, totalmente desnuda, pero se nota censura digital en los planos cortos, al grado de hacerme pensar que todo fue un “Deep Fake”) debería ser el momento “ooooooh… jajajaja”, pero no, uno se queda perplejo diciendo “qué es esto”.
No soy el único que ha comentado esto: el guion debe haberse visto sensacional en papel, pero al llevarlo a la pantalla, se perdió todo.
Por cierto, está subtitulada a nivel “con las patas” y ahí muchos chistes se pierden.