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Joven atacante no dimensionó que eran sus mejores años...

Juez vincula a proceso a estudiante de la prepa Cideb de la UANL que atacó a una compañera con un cuchillo.
Se hizo justicia...

Después de la grave acción que realizó el viernes pasado, el joven ya fue vinculado a proceso.

La Fiscalía de Nuevo León, a través de la Unidad de Investigación especializada en Justicia para Adolescentes, formuló en la audiencia la imputación por los delitos de feminicidio en grado tentativa y lesiones contra A.J, el estudiante del Cideb de la UANL de 16 años de edad.

El juez validó las pruebas que mostró la Fiscalía y confirmó que el chico actuó de manera dolosa para hacerle daño a la víctima, con amenaza de muerte por razones de género.

Debido a ello, el Juez impuso como medida cautelar el internamiento preventivo para cumplirse en un Centro de Internamiento y Adaptación para adolescentes de Nuevo León.

Reflexión

Una verdadera lástima que el chico no haya pensado en las consecuencias de sus actos, dejándose llevar por impulsos desenfrenados que echaron a perder sus mejores años de vida, en plena adolescencia, cuando hay tanto por vivir, por aprender, por disfrutar, por planear.

¿Qué pensamientos tenía, cómo se sentía, qué papel jugaban los padres?

¿Qué faltó, qué estuvo de más como para tener este tipo de actuación?

Son preguntas que todos nos cuestionamos en la educación de hoy en día, en donde el internet, las redes sociales, los videojuegos son un riesgo en los niños, adolescentes y jóvenes si no tienen una buena guía de control o discernimiento de consciencia, no saber cuándo detenerse, decidir qué si y qué no consumir, para que no termine en alguna mala acción o tragedia.

Las generaciones de hoy se dejan llevar por sus emociones, quieren todo rápido y fácil, por lo que si no es así, toman decisiones viscerales que no los lleva a nada bueno.

Papás, tutores, maestros, psicólogos, debemos de estar más alerta, más al pendiente y menos tiempo en el celular mientras estemos con ellos.

Enfocarnos al verdadero tiempo de calidad para que sientan apoyo, amor, cariño, empatía y todo lo que necesitamos para lograr un equilibrio emocional en ellos y en uno mismo.

Arrastremos con el ejemplo.