La Puerta Secreta - The Portable Door / Australia, 2023
Un joven empleado (Patrick Gibson) de una misteriosa compañía se da cuenta que sus jefes son parte de un grupo de magos que trafica en prácticas mágicas a nivel empresarial.
La Puerta Secreta, que está basada en los libros Tom Holt, es una la película que debe ser una aventura llena de intrigas y secretos. ¿Cuál es el propósito de la empresa que dice que nada es coincidencia, donde todo es coincidencia?
Hay una misteriosa puerta que puede estar en todas partes y que Paul (Gibson) debe encontrar. ¿Y por qué hay bebés dragones y nomos en los corredores oscuros del edificio? ¿Qué sucede en la empresa?
Todo se va aclarando y se va descubriendo que Humphry Wells (Christoph Waltz), la cabeza de la compañía, y su gerente Dennis Tanner (Sam Neill) está poniendo de cabeza el mundo de la magia al corporativizar las viejas enseñanzas y usando las estrategias modernas para sacar más dinero.
La Puerta Secreta, aunque no es mala, tiene demasiadas similitudes con Harry Potter... y ese es su punto en contra.
La visualización tiene muchos parecidos, desde las oficinas secretas pobladas de seres extraños, hasta los duendes y goblins que son empleados secretos, escondidos en el inframundo del edificio.
Paul, como aprendiz de elementos de la magia, y su amiga Sophie (Sophie Wilde), como elemento de eventos y coincidencias, se dan cuenta de que su presencia en la empresa no es una coincidencia. No es tan emocionante como promete y el ritmo aburre a veces, y los dos personajes no están bien definidos y no hay química entre ellos.
Se supone que el misterio debería enganchar, pero sólo a medias. En especial, ¿para qué tanto show por la puerta misteriosa si la solución se va por otro lado?
¿Será el inicio de una nueva franquicia, o será una puerta que se abra a nada?
Ya en el cine para que ustedes decidan.