A pesar de la mayor recaudación, el déficil aumenta
Si se comparan estos niveles de recaudación de impuestos, con el registrado en 2018, último año de la administración del Presidente Peña Nieto, de 13.0% del PIB, los resultados son como sigue, al cierre de 2024, año ya terminado.
El cociente de recaudación a PIB fue de 14.5% lo que apunta a un aumento de 1.5 puntos porcentuales en el sexenio anterior, sin embargo, en 2014 hubo un importante aumento en el IEPS a las gasolinas, ya que el estímulo fiscal se redujo mucho en ese año, situación que no se asocia a un esfuerzo recaudatorio por parte de las autoridades.
Ajustando entonces el aumento en recaudación por este evento, se puede afirmar que la recaudación impositiva durante el pasado sexenio tuvo un incremento de 1.2 puntos del PIB.
Y la explicación se encuentra en los cambios legales que se introdujeron a lo largo de esa administración, entre los que se encuentra la eliminación de la compensación universal de impuestos federales, la penalización con prisión preventiva de delitos fiscales, y la aprobación de la Ley de Extinción de Dominio, entre otros.
La conclusión, entonces, es que el aumento en la recaudación de impuestos no es producto de una mayor “fiscalización” sino de reformas en el régimen fiscal que “promueven” una mayor recaudación de impuestos.
Ahora, para 2025, y según las estimaciones de cierre que maneja la Secretaría de Hacienda, el cociente de ingresos tributarios a PIB aumentará de 14.5% del PIB en 2024 a 14.8% para este año, pero de nuevo.
El incremento se explica por mayor recaudación de impuestos a la importación, y del mayor IEPS federal a las gasolinas, que tampoco se asocian a una mayor “eficiencia” recaudatoria, ya que el primero es producto del anticipo de ventas al exterior, ante el temor de la imposición de aranceles por parte de EUA, y el segundo por los menores estímulos fiscales al IEPS federal a las gasolinas.
Las proyecciones de recaudación tributaria para 2026, se van ahora a 15.1% del PIB, otros 0.3 puntos adicionales, pero en este caso, el aumento lo basan en unas proyecciones muy optimistas de recaudación, fuera de proporción con el aumento real proyectado del PIB.
Ahora, no obstante los mayores ingresos tributarios que recibió la pasada administración, que además fueron complementados con los recursos de los ahorros del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios.
El dinero de los fideicomisos extinguidos, y el supuesto “ahorro” al eliminar la corrupción en el ejercicio del gasto, (no se ría), hubo un verdadero disparo en el Gasto Neto Presupuestal, el cual aumentó en $3.6 billones de pesos, mientras los ingresos presupuestarios lo hicieron en $2.8 billones de pesos durante el pasado sexenio.
Por lo que el déficit presupuestal, a pesar de los mayores ingresos, aumentó en la friolera de $800 mil millones de pesos, al final del último año de gobierno.
Obviamente, los sobregiros en el gasto tienen que ser pagados con emisión de deuda pública, la cual aumentó al grado de al final del sexenio, del saldo de la deuda bruta total, 40 centavos de cada peso que se debe, es deuda nueva, contratada por López Obrador, y 60 centavos es deuda de TODOS los gobiernos anteriores desde que existen registros.
Si este dato se calcula solo para la deuda bruta del Gobierno Federal, los 40 centavos suben a 47!! Por lo que en solo seis años, la 4T endeudó al Gobierno Federal casi en la misma cantidad que todos los gobiernos anteriores, ah, pero siempre se dijo que l deuda pública NO iba a subir, y por supuesto, sus seguidores los siguen afirmando.
Lo peor de esto, es que la encargada de la Presidencia solo recortó el gasto en su primer año de gobierno, y ya para 2026 vuelve la tendencia alcista, proponiendo importantes aumentos al gasto, y obviamente, seguirá el aumento incontrolado en la deuda pública.
Finalmente, como lo he señalado en notas anteriores, usar el bodrio de concepto de “Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Publico Federal”, como “proxi” del saldo de la deuda neta del sector público.
Es más falso que un billete de $18 pesos y solo sirve para engañar al pueblo bueno y no tan “sabio”, ya que ese concepto es de balance, y “resta” a los adeudos los activos financieros, como por ejemplo, la cartera de créditos de la Banca de Desarrollo.
Ah, y deben reportar la deuda “BRUTA” no la “NETA” de disponibilidades en caja, que por cierto, ya tienen un guardadito de unos $800 mil millones de pesos.
Es decir, deuda que han contratado, pero que no se la han “gastado”, situación que debe ser analizada por Bruno David Colmenares Páramo, auditor superior de la Federación, para saber si esas disponibilidades en realidad existen, o se gastaron fuera de presupuesto.