Nuevo tanto para México
Los duros de Washington, Trump en primera línea, escupen fuego y acusan que México está controlado por los cárteles.
Acto seguido, los sosegados, como Marco Rubio, saltan a la pista y nos colman de elogios.
Ayer, por ejemplo, Rubio salió de Palacio Nacional y, con el canciller De la Fuente de testigo, afirmó que hay una cooperación histórica de México contra los cárteles: “Se ha logrado mucho, vemos con admiración la labor de México contra los grupos narcoterroristas”.
Su gobierno acababa de firmar, al parecer de muy buen grado, un comunicado conjunto con Palacio Nacional para anunciar un rimbombante programa de seguridad en la frontera y aplicación de la ley.
Comunicado cuidadoso, todo indicaría que incluyó, palabra a palabra, lo que la presidenta Sheinbaum quería que se escribiera: intercambio de información de alto nivel, trabajo imparable vs. el fentanilo, desmantelar el crimen organizado transnacional, atender el “movimiento ilegal de personas a través de la frontera”; amén de que se subrayó el respeto a la soberanía, la responsabilidad compartida y diferenciada, y la confianza mutua.
Justo lo que Trump quería escuchar también, más allá de sus localmente rentables bravatas.
Una cosa son las palabras; otra, los hechos.