Pobres Criaturas - Poor Things / Irlanda, EUA y Reino Unido, 2023
Pobres Criaturas describe la vida y odisea de Bella Baxter (Emma Stone), cuyo extraño pasado es el de haber sido revivida por el científico Godwin Baxter (Willem Dafoe), puesto en observación bajo el ojo de Max McCandles (Ramy Youseff); pero por iniciativa propia, la mujer decide salir al mundo para saber quién es ella en realidad.
El estrambótico filme, producto fuera de serie que viene de la mente del director Yorgos Lanthimos, cuyas previas obras La Favorita (2018) y La Langosta (2015) son totalmente rebasadas por la producción en cuestión.
El guion de Tony McNamara, adaptando la novela de 1992 de Alasdair Grey, se centra en el desarrollo de Bella, y el director Lanthimos opta por dar un vistazo a una era victoriana apegada a la ficción tipo “steampunk” y con aires de Frankenstein, a como escribió su libro Mary Shelly.
Pobres Criaturas se distancia de la novela de Grey, le quita bastante de lo “cochinón” de la trama, pero sí deja a Bella, a como es desarrollada por Emma Stone, como una mujer que quiere salir a conocer el mundo y la vida, y en el inter, vivir una vida hedonista.
Bella en sí sufre un viaje de autodescubrimiento que la va desarrollando de una bebé en cuerpo de mujer adulta: sus primeros pasos, hasta la madurez, que no es más que el desarrollo intelectual que pasa de inocencia a la cruda realidad.
El deseo por conocer más de uno mismo y sus alcances, haciendo a un lado las imposiciones de otros a su persona.
Inclusive al conocerse Bella de verdad como quién es, para ella eso es intrascendente porque el destino no le llega a uno, ella es la que va a formar su persona y su destino.
Lanthimos y su lenguaje cinematográfico es fuerte, con una visión muy rica, con un diseño artístico imponente, pero a la vez, chocante con un Londres lleno de grises y un mundo de colores sobresaturados.
La historia es eso: una cínica sátira de cómo mediante el hedonismo, ejemplificado por su escapada con el personaje interpretado por Mark Ruffalo (recordándonos que hace 20 años Ruffalo hacía estos papeles fuertes), Bella se autodescubre (literal eso del autodescubrimiento, fuertísimo el papel de Emma Stone) y decide que más le va a dar más conocimiento.
Extravagante y excesiva, la película se pasa de más con un segmento larguísimo en París, donde la sobresaturación del director se palpa y se le va la mano.
Aunque Emma se luce, llega un momento donde uno dice “por favor, tres rayitas menos” (aquí, por ejemplo, es donde viene el momento de inclusión Hollywoodesca forzada con calzador).
En muchos momentos, se nota que esta película está hecha para incomodar, pero choca con el tema del autodescubrimiento.
La película en manos de Lanthimos sí es un espectáculo fílmico, raro y del tipo que no se ve a menudo.
Empuja la capacidad cinemática al extremo, ofrece grandes actuaciones (DaFoe genial, Ruffalo mostrando que sabe actuar), pero le gana la forma a la sustancia.
Por eso, a muchos les va a incomodar, más que entender de qué trata Pobres Criaturas.