¿Por qué el caso del huachicol fiscal en la Secretaría de la Marina comenzó en NL?
En realidad, la revelación comenzó con el asesinato del empresario Sergio Carmona, el 22 de noviembre de 2021, en una barbería de San Pedro, Nuevo León.
A Carmona, dueño de Grupo Industrial Permart, ya se le acusaba de lavado de dinero y estaba bajo investigación por delitos de contrabando de hidrocarburos. Sin embargo, lo que no se señaló es que Carmona había iniciado semanas antes contacto directo con la DEA.
Su violento deceso fue el inicio de una cadena de asesinatos, suicidios y hasta la muerte, supuestamente accidental, ayer de otro mando naval durante prácticas de tiro en Puerto Peñasco, Sonora.
¿Cuál es el común denominador de estas muertes? Por un lado, las aduanas portuarias; por otro, las sospechas de formar parte de la red criminal que tejió el vicealmirante de la Semar, Manuel Roberto Farías Laguna.
Le recuerdo al lector la novela del Premio Nobel Mario Vargas Llosa: La ciudad y los perros (1963). La historia gira en torno a la muerte, supuestamente accidental, durante unas prácticas de tiro, de uno de los cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado, en Lima, Perú.
¿Fue un asesinato disfrazado de accidente entre cadetes? Mario Vargas Llosa nunca lo revela.
Pero, en este caso de ficción, como en el caso real que sucedió ayer en Sonora, cabe formularse la misma pregunta: ¿quién se beneficia con esta muerte? Quienes pudieron haber sido delatados con pruebas y evidencias que guardaban los muertos.
Callar delatores no es práctica extraña.
A veces, un cómplice se vuelve figura incómoda, ¿Fue este el caso en la ficción de Vargas Llosa y en la vida real de la Secretaría de la Marina? ¿Nunca lo sabremos?
Cuando Javier Jiménez Espriú renunció a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el sexenio pasado, señaló en su carta de despedida al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador:
“El motivo de mi renuncia, que le he expresado personalmente, es mi diferendo por su decisión de política pública de trasladar al ámbito militar de la Secretaría de la Marina la operación de puertos, marina mercante y de realizar la formación de marinos mercantes, cuyas funciones se han desarrollado bajo control civil desde 1970”.
En otra de sus novelas: ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986), Mario Vargas Llosa habla de cierta jerarquía militar como entretejido de complicidad criminal.
¿Sucede lo mismo ahora con el caso de Manuel Roberto Farías Laguna?