Presidente: ¿es usted narco?

Esta es la primera vez que un gobierno pacta con los narcos no para pacificar al país, sino para apuntalar al partido en el poder con dinero manchado de sangre.

Presidente: ¿Es usted narco? ¿O aspira a convertirse en uno de ellos?

Son preguntas que nos hacemos los mexicanos porque lo vemos lucir y presumir sin pudor la relación de amistad que tiene con los criminales.

Usted sabe que la gira por el “Triangulo Dorado” no era necesaria. Más que supervisar una carretera, fue a dar una demostración de fuerza y prepotencia. Viajó a un lugar inaccesible a otros presidentes para demostrar que goza de la protección del Cartel de Sinaloa.

De otra forma, no habría salido vivo de ahí.

Lo que menos le importaba era constatar los avances de la obra. Lo importante era llegar a la cuna del Chapo Guzmán para reiterarle a los integrantes del grupo criminal que cuentan con la protección del gobierno.

Pedir que al “Triangulo Dorado” se le llame el “Triángulo de la gente buena y trabajadora” o “la región de la buena vecindad”, fue una nueva declaración de amor no solo a la familia Guzmán Loera, sino a todos los grupos delincuenciales que operan en el país.

¿Para qué? Para que sigan ayudando a Morena a ganar elecciones.

Esta es la primera vez que un gobierno pacta con los narcos no para pacificar al país, sino para apuntalar al partido en el poder con dinero manchado de sangre.

Sería importante saber en qué consisten los acuerdos de López Obrador con la mafia. Los sicarios apostados en las casillas electorales obligan a la gente a votar por Morena, pero ¿a cambio de qué?.

A cambio de que la industria criminal avance sin ningún obstáculo.

De acuerdo a Índice Global de Crimen Organizado 2021, México se ha consolidado como el mercado criminal más grande del mundo. Es decir, se encuentra en el primer sitio de 193 naciones en donde se cometen delitos como trata, trafico de personas, de armas, flora y fauna y por supuesto comercio de drogas.

Este gobierno no solo tolera y protege a los traficantes, también les permite tener bajo su control amplias extensiones de territorio. Para decirlo con más precisión, la 4T permite que la delincuencia expropie soberanía a la nación.

López Obrador se dejó ver como un alcahuete de narcos cuando criticó la indignación que causó el retén instalado por el cártel de Sinaloa cerca del pueblo de El Chapo y con el que se encontraron los periodistas que iban a cubrir el acto en el Triángulo Dorado.

¡Claro! ¿por qué escandalizarse si los retenes ilegales controlan más del 35%del país? Instalados para marcar el dominio narco, donde la Constitución no vale nada y el único fuero que rige es el del crimen organizado.

Un presidente cuerdo y responsable habría ordenado que los reporteros fueran trasladados también en helicópteros. Pero usted, sólo pensó en su comodidad y en cuidar el “honor” de los cercenadores de cuerpos.

Si se mira bien, el gobierno de la 4T opera como un cártel, por eso no le preocupan los retenes.

Así como el Cártel de Sinaloa o el Jalisco Nueva Generación se han apoderado de importantes regiones para imponer su ley, así López ignora y pisotea el Estado de derecho.

¿Cuánto dinero está recibiendo Morena y su gobierno de los cárteles para ganar elecciones? ¿A quien responden los gobernadores impuestos por los delincuentes? ¿Por qué no se congelan las cuentas al crimen organizado?

¿Por qué, en resumidas cuentas, no los toca?

Vuelvo por ello a la pregunta de inicio. ¿Señor presidente: es usted narco? Si no lo es, está en vías de serlo, y tendrá que pagar por ello.

Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.