¿Quién inventó la dinamita?
En la antigua Grecia se utilizó el fuego griego, que era un explosivo muy potente del calibre de la dinamita, el cual desapareció junto con el imperialismo griego y no se volvió a utilizar; también la literatura griega habla del fuego de Prometeo.
El volcán Vesubio presentó una erupción muy superior a las que presentan los volcanes en general, en el año 79, pudiéndose suponer, por las consecuencias políticas que se derivaron de dicha erupción, incluyendo la destrucción de Pompeya, que de alguna manera la provocaron con algún tipo de explosivo lanzado a su cráter.
Los chinos descubrieron la pólvora hace milenios, y aunque nunca tuvo el poder de la dinamita, la existencia de la explosividad generada por la misma seguramente inspiró a Alfred Nobel para inventar éste explosivo que le llamó “dinamita”, con el que se volvió millonario.
Por las presentes razones históricas planteadas en el presente ensayo, queda la duda existencial si realmente Alfred Nobel fue el autor intelectual de la dinamita como tal, con la cual afortunadamente financió hasta la fecha los premios científicos y humanistas que llevan su nombre, y aunque es innegable que si la inventó, no fue el inventor de la explosividad que tanto daño ha causado a la humanidad, valga la redundancia, y que siempre, desafortunadamente, ha existido.
El instinto humano de destrucción ha hecho que siempre, durante toda la Historia, hayan existido explosivos de todo tipo, incluyendo a la pólvora, a la dinamita, y a la energía nuclear.
Se reconocen, formal e históricamente, a Alfred Nobel y a su hermano Emil como los inventores de la dinamita a partir de nitroglicerina, aunque, desafortunadamente, el hermano en cuestión falleció a causa de una explosión durante los ensayos para desarrollar dicho invento.
Pero existen narraciones históricas de explosivos muy similares a la dinamita desde tiempos ancestrales.
En el libro: Génesis, del antiguo testamento de la Biblia, se describe a detalle la desaparición de dos ciudades de Israel de la antigüedad que se destruyeron por explosiones muy similares a las que causó la dinamita cuando Alfred Nobel la utilizó y la patentó, fueron Sodoma y Gomorra, aunque también, por su magnitud, pudieron ser explosiones nucleares similares a las de Hiroshima y Nagasaki.
También en el antiguo testamento de la Biblia, se narran sucesos ocurridos con explosivos tipo dinamita, como la que les ocurrió a dos de los hijos del profeta Aaron, hermano de Moisés, o una muy parecida que sufrieron los líderes del pueblo judío de esa época que apoyaron a Koraj, primo del mismo Moisés.