Un "friki" en política
Surgen nuevos conceptos, muchos provenientes de las redes sociales, con descripciones y significados distintos para responder a fenómenos que provienen tanto de dentro como de fuera del sistema social y político.
Un "friki" en política se caracteriza por su gran pasión y conocimiento en áreas específicas vinculadas a la cultura popular, la economía, la tecnología, la ciencia ficción o la fantasía.
Su entusiasmo es visible en manifestaciones, debates y, sobre todo, en redes sociales, donde su forma de actuar —y en ocasiones de vestir— puede considerarse poco convencional por la sociedad.
Características
Pasión intensa
Los frikis muestran entusiasmo y fervor desbordante por sus líderes, ideologías y narrativas, dedicando tiempo, energía y recursos a su causa.
- “No seas idólatra ni te ates a una doctrina, teoría o ideología, ni siquiera a los budistas. Todos los sistemas de pensamiento son guías, no son la verdad absoluta.” — Thich Nhat Hanh
Conocimiento amplio
Suelen tener un conocimiento detallado sobre sus temas de interés, ya sea para defender o atacar directrices de sus líderes, hablando con precisión y abundancia de datos.
Memorabilia fervorosa
La palabra proviene del latín memorare (“traer a la memoria”).
Los frikis adquieren y guardan objetos como pósters, fotos, autógrafos, máscaras o peluches, y sobre todo selfies con personajes ligados al poder.
Estos objetos tienen un doble valor: sentimental (símbolos de cercanía y devoción al líder) y económico (pues algunos se revalorizan con el tiempo, especialmente si están autografiados o ligados a momentos clave).
Vestimenta y comportamiento
Suelen usar ropa con estampados o referencias regionales y políticas.
Su forma de interactuar con otros grupos refleja inconformidad, crítica y, a veces, actitudes sectarias.
Interés compartido y pertenencia
Participan en convenciones, debates y eventos relacionados con sus líderes y organizaciones.
Esto genera sentido de pertenencia, amistad y competencia, conformando subculturas en torno a la pasión por el poder.
Creación de contenidos y actividades en línea
Son muy activos en internet, creando comunidades, defendiendo a sus líderes y desatando ataques que van desde la burla hasta la violencia verbal.
El lenguaje, los rituales y los símbolos compartidos generan validación social dentro de sus grupos.
Expectativas e ilusiones
Viven con ilusión desmedida la llegada de eventos políticos, en especial elecciones.
- “A veces la gente no quiere escuchar la verdad porque no quiere que sus ilusiones se vean destruidas.” — Friedrich Nietzsche
Su participación les otorga impulso emocional para lidiar con el estrés antes y después de los resultados.
Sesgo confirmatorio y “debeísmo”
Tienden a filtrar la realidad para ver solo lo que confirma sus creencias, juzgando bajo criterios rígidos de lo que “debe” o “no debe” ser.
Esto genera frustración y expectativas irreales.
Polarización y dogmatismo
Conforme la pasión crece, las ideas se vuelven dogmas incuestionables.
El grupo propio (endogrupo) se enfrenta al ajeno (exogrupo), fomentando división social, sectarismo y ausencia de diálogo.
- “Fanatismo: el fuego falso de una mente sobrecalentada.” — W. Cowper
Afrontamiento y fanatismo
Como todos los seres humanos, los frikis desarrollan estrategias de afrontamiento.
Su identificación con líderes y personajes políticos puede servir para aprender a enfrentar cambios o pérdidas, y la pertenencia al grupo refuerza la sensación de ser parte de algo más grande.
La otra cara es el fanatismo (fanaticus: poseído por un espíritu o fervor delirante).
Esta actitud de adhesión incondicional conduce a la cerrazón mental, a la intolerancia y a la violencia contra quienes piensan distinto.
Rasgos del fanatismo:
- Pasión desmedida.
- Intransigencia e intolerancia.
- Exclusión del diálogo y la crítica.
- Dogmatismo y sesgo confirmatorio.
- Polarización y división sectaria.
“La fe se confirma en el choque con las opiniones contrarias; el fanatismo teme vacilar ante ellas e intenta ahogarlas.” — José Ingenieros