Afrontan la depresión con ayuda del yoga

“La depresión llegó por la muerte de mi madre y no sabía cómo dejar ir este dolor”, expresa una mujer de alrededor de más de 50 años de edad, a la vez que un varón de casi 60 años agrega:

“la depresión es casi como una ‘muerte’, pero cada quien la vive y la afronta a su manera”.

Estos fueron los testimonios de dos personas que se reunieron en la Universidad Autónoma de Nuevo León el 13 de enero en el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, para concientizar sobre este problema de salud y, sobre todo, para combatirlo a través de la práctica del yoga.

Alrededor de 18 practicantes de esta disciplina que trabaja cuestiones físicas, mentales y espirituales se congregaron en el Centro Acuático Olímpico Universitario de la UANL para tomar la clase “La depresión y el yoga”.

“La gente viene más que nada por cuestiones físicas y porque generalmente requiere adquirir más flexibilidad, pero conforme vamos tratando los temas en la clase, lo van aplicando después en su día a día”, explica la maestra de yoga Christ Ivette Solís Oviedo.

En busca del equilibrio

La especialista con más de 10 de experiencia en la materia argumenta que cuando una persona pierde algo material, a una persona o su trabajo, la situación del apego hace que con el tiempo se caiga en un estado de depresión, ocasionando que el chakra del corazón (anahata) se desequilibre.

“El yoga puede ayudarte en todo el cuerpo, pero la idea es que te enfoques en el momento presente. Esta disciplina puedes implementarla en tu día a día, ya sea en tus cosas materiales, relaciones, el trabajo, para expresarte mejor, tener más poder de decisión, en la manera en que te ves a ti mismo y, sobre todo, para entender a la naturaleza y de esta manera también entiendas mejor cómo funcionas”, detalla.

De hecho, esta disciplina no solo trabaja la parte física, sino también la respiración, las emociones, la energía y los pensamientos.

"Hay que ser conscientes de que los resultados van a depender de la disciplina de la persona, qué tanto aplique en su vida diaria las herramientas físicas, emocionales y de pensamientos que se le brinden en clase"

De acuerdo con Solís Oviedo, una clase puede estar integrada por cerca de 20 personas de edades entre los 20 y los 50 años.

Una disciplina integral

Una de las posturas básicas que se trabajan en una clase de yoga es la del saludo al sol, que, como cada una de las posturas de esta disciplina, favorecen la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad.

“Los invito a experimentar al yoga de una manera integral, porque realmente puede ser un medio de ayuda si lo usamos como debe ser, con todas las opciones que ofrece, como los valores interpersonales e intrapersonales, el trabajo físico a través de las posturas, el trabajo de concentración por medio de la respiración y, sobre todo, el más importante: el de la meditación, para entender las cosas de una forma más clara y poder estar en paz”, concluye.

Las clases de yoga en el Centro Acuático Olímpico Universitario se dan los lunes, miércoles y viernes a las 19:00 horas. Si te interesa integrarte al grupo, infórmate al 81-8329-4000 exts. 1408 y 1417.

Clases de enero

• ¿A qué me ayuda usar mi imaginación? (18 enero)
• ¿Cómo saber si me dejo influenciar? (20 enero)
• Yoga para la garganta (23 enero)
• ¿Qué tipo de pensamientos guardo? (25 enero)
• Limpiando emociones amargas (27 enero)
• ¿Cargo los problemas de otros? (30 enero)