Inteligencia Artificial: De tecnificar las armas, a equipar con armamento la tecnología
Algunos especialistas han comenzado a cuestionarse cómo y en qué magnitud la Inteligencia Artificial influirá y modificará los conflictos armados.
Pronostican una modificación significativa tanto de la toma de decisiones, como del armamento utilizado en la ofensiva, y el tipo de combate.
Más allá de la utilización de drones, los ejércitos de distintos países han estado ya realizando pruebas e implementando programas para complementar sus operaciones y decisiones con Inteligencia Artificial. Por ejemplo, las fuerzas armadas de EUA experimentan con jets de combate, y los rusos han realizado pruebas de tanques de guerra autónomos.
Dentro del ámbito militar, hay quien considera que la cantidad de drones superarán al número de personas enlistadas en los ejércitos. En 2017, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, mencionó que quien se convierta en el líder de la Inteligencia Artificial, será el gobernante del mundo, y que las guerras en el futuro se decidirían cuando los drones de un enemigo sean destruidos por su adversario.
Vale la pena recordar que a finales del mes anterior, un grupo de científicos, empresarios y líderes tecnológicos -entre ellos Elon Musk y Steve Wozniak-, académicos, filósofos, y representantes de organismos internacionales, publicaron una carta solicitando a nivel global una “pausa” del “entrenamiento” y desarrollo de los modelos de Inteligencia Artificial, debido a los riesgos y efectos colaterales negativos que representan para la humanidad.
Al respecto, Bill Gates mencionó que se requiere de mayor investigación para identificar dichos riesgos, y el director de la empresa que creó la herramienta “ChatGPT”, consideró que sería útil un “marco regulatorio global efectivo incluyendo una gobernanza democrática”.
Por su parte, algunos gobiernos han estado avanzando o reaccionando para afrontar el reto:
- Italia censuró temporalmente el uso de “ChatGPT” debido a temas de privacidad personal.
- Congresistas en EUA, Gran Bretaña, y Europa, están ya solicitando o considerando la creación de nuevas leyes para la regulación de la Inteligencia Artificial.
Mi análisis y prospectiva:
En el ámbito militar, se está transitando aceleradamente de una etapa de tecnificación de las armas, a una etapa para equipar con armamento a la tecnología, en este caso, a la Inteligencia Artificial. Algunos la calificarán como evolución, y quizá otros la considerarán como una involución por el riesgo que conlleva.
La realidad es que, entre naciones con significativo potencial militar, implica una nueva carrera armamentista basada en Inteligencia Artificial.
Por lo anterior, la probabilidad de que el mundo implemente una “pausa” en la acelerada evolución de la Inteligencia Artificial, aún y cuando pueda ser lo más sensato y benéfico, tiene poca probabilidad de implementarse, ya que las potencias están compitiendo en desarrollar las más eficientes, productivas, y avanzadas inteligencias artificiales para todo tipo de aplicaciones.
Aunque en distintos medios, estudios, y análisis de investigadores, generalmente se ha discutido y pronosticado el uso y los efectos de la Inteligencia Artificial en el ámbito laboral, el debate público tarde o temprano incluirá con mayor atención la potencial influencia de la Inteligencia Artificial en los conflictos armados. Dicho debate no será fácil.
En este caso, los gobiernos son el ente que podría y debería procurar a la brevedad regular y limitar los alcances de la Inteligencia Artificial, para todos los aspectos, desde el laboral, hasta el militar. Ello requiere de consensuar enfoques técnicos, legales, éticos, filosóficos, geográficos, de privacidad, entre otros.