Amores Materialistas (Materialists/ EUA, Finlandia/ 2025)
Amores Materialistas es una película agridulce, mas que una “rom-com” como describe Hollywood a sus comedias románticas y en este caso es una casamentera de alto perfil en Nueva York que comienza una relación con un importante ejecutivo y revive igual su relación pasada con un novio de antaño.
El estelar es Dakota Johnson como Lucy la casamentera y los galanes son Chris Evans y Pedro Pascal.
Aquí la idea es ver el desarrollo moderno de relaciones entre parejas no jóvenes, sino supuestamente maduras en pleno proceso de desarrollar sus vidas, carrera e interés por buscar esposo o esposa.
Este es el “ABC”, presuntamente un vistazo por parte de la directora Celine Song, realizadora de Vidas Pasadas, de adentrarse a lo que se vive en los Estados Unidos.
Trabajando su propio guion la directora Song comienza con una pareja de “cavernícolas” entablando relaciones en épocas muy remotas y la curiosidad de que establecía las normas de aceptación de ese entonces y hoy mismo.
Para Song hoy es un listado de detalles simbolizado por la casamentera que se pone, mas que mediadora, como una Celestina donde sin darse cuenta está palomeando sus intereses y no los de sus clientes.
Vemos un universo de personas maduras que simplemente no saben por sí mismos qué hacer para encontrar a la pareja “perfecta”.
Por eso se señala a Harry (Pascal) como un unicornio, perfección andante para las agencias, muy por encima de la vieja pareja de John (Evans) que ni idea tiene ya a su edad, de qué sigue en la vida.
No dudo en lo más mínimo que en los EUA los hombres y mujeres sufran por algo tan trivial en una sociedad que pide requisitos increíbles para satisfacer lo que al revés el resto de la sociedad exige de ellos.
Recuerdo de años pasados estudios de esas relaciones, las famosas Etapa 1, Etapa 2 que chocaban cuando los americanos hombres y mujeres se enfrentaban a culturas que absorbe su país y que les vale un cacahuate los formalismos de “paso por paso”.
Pero en cine esto ya ha sido explorado y reexplorado cada 10 o 20 años con material que supuestamente de manera “seria y profunda” analiza las relaciones.
Incluyendo esos momentos donde las parejas brillan ante todos y los puntos bajos de la relación cuando alrededor de ellos, todo mundo vive feliz, tiene relaciones perfectas, todos menos la pareja en cuestión.
Aquí estamos ante un intento serio, porque esto no es una comedia como se trata de mercadear el filme, es un análisis profundo, como cuando en 1977 Woody Allen logró la película que mejor exploró a la pareja en los Estados Unidos en Annie Hall: Dos Extraños Amantes y cuya fórmula sigue siendo base para el cine romántico.
Aparte de lo presentado, hay tres cosas que me dejaron en el justo medio en Amores Materialistas.
Parece hecho a propósito juntar a tres talentos del universo de Marvel (Capitán América, Mandalorian y Madame Web) y la realidad es que no hay carisma alguno ni con melón ni con sandía.
Y por último el proceso es predecible y la progresión es llevada de tal forma que la conclusión es por demás, obvia.
Estoy de acuerdo que el despertar de Lucy se da por su cliente Sophie y estoy de acuerdo que a veces el detonante de una relación perfecta es aceptar que se viene una responsabilidad encima y hay que cambiar para bien.
No que nos digan una norma o reglas de sociedad qué hacer, sino la decisión de dar el primer paso es de cada uno y esa suma es dos, la pareja perfecta.
Y claro, el final feliz es predecible y la toma final en los créditos es de docenas de parejas felices en medio de un caos de bodas civiles que a la vez salen caminando en orden perfecto al mundo real… incluyendo como SPOILER: Casi como final final, la pareja de cavernícolas del inicio del filme, en medio de todas las parejas, felices de la vida y su logro.