¿Cómo aprender a pasar las olas?

Ana Laura Martínez DETONA: La vida que conocía ha dejado de existir y se ha transformado en algo nuevo, llevándome a asimilar un concepto disruptivo: FLUIR. NOTA DEL EDITOR: ¡Bienvenida Ana Laura, gracias por DETONAR con nosotros!

Mares del Ártico: 

Estas palabras, que originalmente debieron alcanzarte la semana pasada, se vieron demoradas por mi propio acto de auto-sabotaje.

En un ejercicio de procrastinación deliberada, me convencí de posponer nuestra comunicación, renunciando a dedicar un solo minuto a expresarme.

Sí, aplacé el momento en que mis pensamientos pudieran llegar a ti, y no tengo reservas en admitirlo.

Pero hoy, rompo oficialmente el silencio que me ha tenido prisionera durante semanas.

Las palabras, una vez más, reclaman su lugar en mi vida, y estoy decidida a que permanezcan aquí, ocupando el espacio que merecen.

Hoy, desde mi genuina perspectiva, te hablaré y te invitaré a acompañarme semana tras semana en la exploración de las diversas formas de navegar las olas de nuestros mares emocionales.

En esta primera columna, emprenderemos un viaje hacia el apasionante Mar Ártico.

¿Por qué este tema en particular? En un mundo donde la conexión entre la naturaleza y las emociones humanas entrelaza las similitudes entre el enigmático Círculo Polar Ártico y las complejidades del amor, estas dos entidades, en apariencia dispares, convergen en un terreno metafórico, proporcionando una perspectiva poética y reflexiva.

La inaccesibilidad del Círculo Polar Ártico, con su geografía lejana y remota, encuentra resonancia en la experiencia del amor, a menudo envuelta en un velo de misterio.

Así como aquellos que se aventuran en las tierras heladas del Ártico se sumergen en lo desconocido, enfrentando complejidades emocionales que solo pueden compararse con la naturaleza inhóspita de esta región geográfica.

La frialdad del Ártico, personificada en sus temperaturas extremadamente bajas, establece un paralelo con mis experiencias amorosas.

Los momentos de distanciamiento y los desafíos emocionales que he enfrentado reflejan la gélida naturaleza del Polo Norte, mientras que los episodios de pasión y ternura pueden asemejarse a cálidos respiros en medio del frío ártico.

He vivido en silencio, inmersa en procesos y cambios profundos, construyendo casualidades que podrían narrar mi vida.

La vida que conocía ha dejado de existir y se ha transformado en algo nuevo, llevándome a asimilar un concepto disruptivo:

FLUIR.

Este cambio me ha obligado a ser más auténtica que nunca.

Soy Ana Laura, y gran parte de mi vida la he dedicado a perseguir casualidades.

Aunque creo que aún no he tropezado con la más significativa de ellas.

La vida me ha conferido un doctorado en duelo, un título cuyos motivos aún no comprendo del todo.

Soy madre de Ana Laura, quien me guía desde el cielo.

Mi presente está marcado por Sephora, mi fuente diaria de inspiración y desafío, y por Jordi, cuyo superpoder reside en las palabras y en el amor incondicional.

Al igual que las estaciones cambiantes en el Círculo Polar Ártico, el amor experimenta sus propios ciclos.

La felicidad radiante de los días de verano contrasta con la oscuridad y los desafíos de las noches invernales en las relaciones. Estos cambios estacionales ofrecen una metáfora visual de la complejidad intrínseca de los vínculos emocionales.

Iniciar una nueva vida dentro de nuestra propia existencia implica calma y dominio del silencio.

Mis silencios, expresados en mayúsculas, han sido mi grito personal.

Dejé atrás el miedo y opté por reinventarme, aprendiendo a abrazar los cambios, a ajustarme a diferentes temperaturas y a disfrutar de los oleajes.

La atracción magnética, omnipresente alrededor del Polo Norte, encuentra su paralelo en el amor como una fuerza que atrae a las personas entre sí, generando conexiones poderosas y duraderas.

Como todas las direcciones que señalan hacia el sur magnético en el Ártico, el amor puede ser una guía magnética que dirige los corazones y las almas hacia una conexión profunda.

El silencio me enseñó a vivir en mi propia realidad.

Mis mares, llenos de lágrimas, generan olas únicas que te obligan a decidir: ¿te atreverás a tomar la ola y deslizarte sobre ella o no?

El aislamiento y la soledad, características inherentes a la lejana geografía ártica, resuenan en las experiencias humanas del amor.

Incluso en medio de relaciones aparentemente sólidas, la soledad emocional puede prevalecer, creando una paradoja entre la conexión íntima y la inevitable sensación de aislamiento.

En medio de la vorágine, solté y me dejé llevar, y llegó un gélido movimiento de aguas. Irónicamente, hoy me abraza un mar en calma.

Mostrándote la conexión entre el Círculo Polar Ártico y el amor, te invito a sumergirte conmigo en las profundidades de la naturaleza y las emociones humanas, descubriendo una riqueza de significado en la intersección entre la fría geografía del mar ártico y las misteriosas complejidades del corazón humano, en este caso, el mío.

¡Bienvenido, estimado lector! Este es el inicio de nuestra travesía conjunta, explorando diferentes mares con una perspectiva única y reflexiva.
Ana Laura Martínez

Reconocida escritora, artista conceptual y oradora de TED Talks, se destaca como fundadora de la comunidad global literaria "Ana Laura Libros" y del innovador proyecto "ATELIER". En este laboratorio mexicano, fusiona sus habilidades artísticas y literarias para transformar emociones en procesos artísticos. A través de su incursión autodidacta, Ana Laura ha ampliado su enfoque, sumando el título de ARTISTA CONCEPTUAL a su faceta de ESCRITORA. Su creatividad se manifiesta en proyectos como Deconstrucciones Decorativas, Maison Tables, Denim Statements, Caligraphy Art, 28x21 Arte, Editorial ALL, Ingeniería To Go y Letras al Vacío Salinas, reflejando la diversidad de su talento en el mundo artístico y literario.