"Con todo respeto" significa "Eres un p... y "Vete mucho a la ch..."

En los últimos tiempos, al darse una polarización en las sociedades del mundo, se da el hecho del tribalismo con más ímpetu en los medios de comunicación, con esquizofrenia y enajenación en redes sociales:  

Cuando alguien te dice o escribe con todo respeto... ¡es por qué te va a faltar al respeto!

Tal y como lo muestra este ejemplo:

¿Cuál es el significado de respeto en el diccionario?

Respectus: 'acción de mirar atrás', 'atención, consideración, miramiento'. 1. m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.

Se da en consecuencia la paradoja, con el respeto; la singularidad, que vulnera, al comprobarse que un término acuñado para subrayar efectos poderosos –veneración, deferencia– hoy nos dice poco o nada.

Es tal la erosión de su significado que valdría la pena cuestionarnos cuánto valor le asignamos hoy al respeto, por lo que hay que considerar que, como todas las cosas, las palabras también tienen su historia y muchas veces se van transgrediendo, erosionando hasta el punto de que las palabras tienen el resultado de que se olvidan lo que querían expresar. 

Lo único seguro del respeto son sus tres sílabas porque, por lo demás, su elasticidad interpretativa lo lleva por numerosas acepciones y no pocas perversiones.

Sí lo encontré en un escrutinio, en los chats que hay en las redes sociales.

Algunos ejemplifican que el significado de respeto es, sobre todo, una expresión que constituye un “estado emocional” que termina en por perder el significado y se transforma en sentimientos que varían en intensidad, desde una ligera irritación o enfado, hasta furia y rabia intensas, los cuales surgen ante acontecimientos u opiniones contrarias que le son desagradables.

Y algunos se encaminan sus acciones hasta convertirse en hostilidad, lo que implica un conjunto de “actitudes” negativas complejas, que motivan, en última instancia, conductas agresivas dirigidas a una meta, normalmente a la destrucción o el daño físico de objetos o personas (Spielberger). 

Se trata, por tanto, de un componente cognitivo y evaluativo, que se refleja en un juicio desfavorable o negativo del otro, sobre el que se muestra desprecio o disgusto (Berkowitz).

La respuesta oral o escrita que resulta nociva para el otro, a través de insultos o comentarios de amenaza o rechazo.

Así como también a una acción dirigida a dañar la autoestima de los otros, su estatus social o ambos, a través de expresiones faciales, desdén, rumores sobre otros o la manipulación de las relaciones interpersonales. 

Pues esta actitud se convierte en agresión directa y abierta, indirecta o relacional; la confrontación abierta entre el agresor y la víctima, mediante ataques físicos, rechazo, amenazas verbales, destrucción de la propiedad y comportamiento autolesivo.

Acciones que generan conductas que hieren a los otros indirectamente, a través de la manipulación de las relaciones con los iguales: control directo, dispersión de rumores, mantenimiento de secretos, silencios, avergonzar en un ambiente social de alienación social, rechazo por parte del grupo, e incluso exclusión social. 

Conducta intencional que puede causar daño físico o psicológico, según Anderson y Bushman

Cualquier conducta dirigida hacia otro individuo, que es llevada a cabo con la intención inmediata de causar perjuicio y es un comportamiento cuyo objetivo es la intención de hacer daño u ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios hirientes, o bien físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones, etc.

Se convierte en agresión cuando es hostil, instrumental, emocional, cuya acción intencional está encaminada a causar un impacto negativo sobre otro, por el mero hecho de dañarle, en la mayoría de los casos, sin la expectativa de obtener ningún beneficio material. 

Estas acciones intencionales de dañar, ya sea por la que el agresor logra un objetivo: ventaja o recompensa, social o material, no relacionada con el malestar de la víctima.

Agresión de naturaleza fundamentalmente emocional generada no por un estresor externo, sino por el afecto negativo que dicho estresor activa.

La Teoría de la frustración-agresión revisada

Posteriores reformulaciones han matizado las relaciones entre frustración y agresión, mostrando que la frustración solo induce a la agresión cuando va asociada a determinadas características, las cuales hacen más probable la aparición de un acto agresivo:

• Su carácter de arbitrariedad, injusticia o ilegitimidad (Pastore)
• Error y recordaron algunos a los maestros de la escuela en un lejano pasado que deba reglazos.

Otros opinaron que el paso evidentemente humano: amar bajo el rigor del menor esfuerzo.

Hemos reducido al respeto en un salvoconducto para no ir más allá de la rutinaria palabrería que esconde la incapacidad para coexistir sin respetar al otro. 

Por ejemplo:

• “Con todo respeto” es una cantinela que usan desde el presidente de la República hasta el último político en el poder, así como también el militante de un partido, secta, o solo simpatizante cuando sostienen un diálogo, entrevista o exposición pública y se apoyan en ella cuando saben que está a punto, de desplegar un contenido que va a incomodar a su interlocutor.
• Usar la frase “con todo respeto” es una advertencia; pero es también un permiso; es delimitar y marcar un territorio, reminiscencia del pasado animal. Es la pretensión por disfrazar con el fin ocultar las verdaderas intenciones de agredir. 
• Cuando se usa con ironía, se transforma en un “aunque no estés de acuerdo”.
• Cuando se pronuncia con sarcasmo, puede significar “sé que te va a fastidiar y molestar”. Otros ejemplos son:
  • "Si me preguntas", es un "quiero opinar".
  • Un "perdón que me meta...." es en realidad es interferir en los asuntos de otros. 
  • Frases como "La verdad..." es una validación a lo que se va a decir.), así como "no te equivoques..." es un forma de invalidar opiniones.
• Las intenciones reales de la frase “con todo respeto” por parte del que la escribe o pronuncia es: "Discúlpame por lo que voy a decir".
• La finalidad es gozar, fregar, molestar, joder... todo esto es para el dicente nada más que efectivo en el bolsillo de los humanos alienados que encarnan el pueblo bueno.

Por lo que en una plática fluida y sin trasfondos, no es necesario decirle a tu interlocutor que tus expresiones las harás con respeto, porque este es un estado elemental para el diálogo.

La civilidad no ofende.

Hoy, hay una tendencia para privarnos de la posibilidad de convivir, de vivir con los otros, considerándolos íntegramente, con son los seres humanos, con sus diferencias, creencias, pensamientos y actitudes divergentes. 

Hay que reconocer al ver el fondo de la cuestión y que lo que no podemos olvidar, es que en esto va en juego y el destino de la supervivencia de la humanidad.

Lo que no podemos dejar de lado es que todas las personas merecen ser no solo respetadas, sino distinguidas, apreciadas, veneradas. Y hasta queridas.

Todas, sin excepción, aunque cueste. Aunque duela.

¡Qué meta tan lejana es el elemental respeto!