Contra Todos - Boy Kills World / Alemania, Sudáfrica y EUA, 2023

Director: Moritz Mohr. Guion: Tayler Burton Smith, Arend Remmers y Moritz Mohr. Actores: Bill Skarsgard, Famke Janssen, Jessica Rothe, Michelle Dockery y Sharlto Copley. DOS ESTRELLAS Y MEDIA.

En un futuro distópico, en una ciudad que elimina a sus enemigos mediante el “Sacrificio”, entre todos los desamparados surge “el muchacho” que peleará contra la matriarca Hilda Van Der Koy, la controladora de la ciudad y las huestes que tratarán de exterminarlo.

La película es estelarizada por Bill Skarsgard y lo conocemos como una figura misteriosa, sordo y mudo, entrenado por el Shaman (Yayan Ruhian) para destruir a Hilda Van Der Koy.

Esta loquera de película, dirigida por Moritz Mohr, es una demencial cinta de violencia y sangre, muertes y escasos sobrevivientes donde “el muchacho” simplemente es imparable, a menos que lo distraiga el fantasma de su difunta hermana que lo sigue para todos lados.

Detalle curioso de esa espectral presencia de la hermana, es que va de la mano de la sordera y falta de palabra de “el muchacho”, cosa que lo ha hecho taciturno, viviendo su propia y misteriosa interpretación del mundo que lo rodea, donde a veces no sabe qué es la realidad y que es parte de sus alucinaciones.

Nosotros, como espectadores, conocemos ese momento a momento que vive “el muchacho” porque podemos escuchar su voz interna, una profunda e irónica voz de la mano de H. Jon Benjamin.

Contra Todos está coreografiada y montada por Mohr como si su película fuera un videojuego total y absoluto, con niveles, con “bosses” y con un “boss” final.

Un videojuego con clasificación M de “Mature” y vaya que si le queda como anillo al dedo, hace honor al género del “splatter” por la sangre al por mayor y la violencia.

De hecho, el realizador se da gusto moviendo a sus “jugadores” por todo el juego con cinismo, humor feo y sangriento que funciona a modo: Aliados que aparecen, desaparecen o se mueren o salen de la nada.

Todo sin parar, obvio, nadie se cansa, así que derrotando 50 malos… que vengan los siguientes 50 malos.

Esto es Hollywood a todo lo que da, donde la venganza es la única forma para expresarse, y mientras más sangrienta, mejor.

Igual que John Wick, igual que el padre vengador de Venganza Silenciosa (igual de mudo que “el muchacho”).

Pero toda la historia está calculada como se expresó en la clásica El Padrino: la venganza es un platillo que se sirve mejor frío, y esta venganza tiene todo lo que dice el dicho cuando se van conociendo detalles a fondo, como se perpetró todo y porque la suma de los elementos apunta a muchas sorpresas.

Aquí la moral, por sin ningún lado, muy torcida lo que se exhibe y el sentido de buenos y malos se pierde entre la sangre de inocentes y luego “pum”, todo se olvida y se convierten en buenos.

Y claro, se llega al momento La Rosa de Guadalupe, donde el amor fraternal está por encima de todo.

Un poquito pesada de aceptar por absurda, pero hipnótica en el sentido que debe verse para sufrir bastante con toda la violencia imperante y luego decir “me gustó”.

Un “guilty pleasure” como dicen los gringos.

Contra Todos tiene final final, a ver si se les ocurre una secuela, a ver dónde la sitúan, porque aquí, en el universo de la película, ya no hay malos que matar.

TE DEJAMOS EL TRAILER:
Justo Elorduy Hevia

Nacido en 1958, año de estreno de El Puente Sobre el Río Kwai. Crítico de cine y por 34 años analista del género en el periódico El Norte. Amante de la magnificencia de la pantalla grande. Y no hay sustituto. Lo que se ve en la pantalla grande, se queda en la pantalla grande.