El destructor y su hoguera

López puso en el centro del Zócalo la sucesión presidencial y prendió una hoguera para advertir qué hará si pierde el 24.

“El Destructor” es el título del libro más reciente de Pablo Hiriart. Con una sola palabra califica magistralmente a López Obrador y a su régimen:

Ambos representan la destrucción por la destrucción misma.

El periodista nos dice algo más: Todos sabían quién era y nadie lo detuvo. Unos por miedo, otros por complicidad, algunos más por conveniencia, lo dejaron pasar.

El libro busca ser una advertencia. A cinco años de estar en el poder y de ejercerlo arbitrariamente, López Obrador no reconocerá los resultados electorales en el 2024 si su partido pierde.

En la conmemoración de la Expropiación Petrolera que se llevó a cabo en el Zócalo, el Presidente se encargó de dar señales claras de que está listo para imponer un Maximato.

Lo dijo con todas sus letras: “Esta asegurada la continuidad con cambio”

En él, eso significa que elegirá como sucesor o sucesora a quien garantice que su proyecto político autoritario quede intacto.

Y no solo eso, que hará ganar en las encuestas de Morena a quien acepte ser la simple y obediente marioneta de un expresidente que estará detrás del poder para controlar y vigilar cada una de sus decisiones.

En el Zócalo, el destructor, hizo otras advertencias.

Sus muchachos quemaron la figura en cartón de la ministra presidenta de la Corte Norma Piña emulando a las hordas fascistas para avisar que al presidente no le gustaría que el Plan B fuera invalidado.

López avaló, con su indiferencia, la pira inquisitorial.

No la condenó. Pidió a su esposa y a Claudia Sheinbaum que hicieran alguna crítica para ocultar la alegría que sintió al ver consumida en llamas la imagen de una mujer que ha puesto un alto a su delirante poder.

Más allá, de la violencia de género en contra de Norma Piña, está la agresión, desde el poder, a una ministra decidida a defender la Constitución y la independencia del Poder Judicial ante una reforma electoral que busca arrasar con la democracia para consumar un Maximato.

El fuego condenatorio e intolerante contrastó con las flores que los jóvenes fueron a depositar en las escalinatas de la Corte el 26 de febrero.  Ahí también hay señales.

Mientras la oposición está decidida a ganar el 24 por medio de un proceso democrático, el presidente aceita a sus fanáticos para incendiar al país.

La hoguera en el Zócalo es una advertencia de lo que viene. Convertir en cenizas a la representante más destacada del Poder Judicial indica que si el Plan B y el Plan C -la imposición de consejeros en el INE- no prosperan, recurrirán a la opción D.

El Plan D tiene que ver con lo que dijo el entonces candidato presidencial López Obrador al gobierno de Peña Nieto en febrero de 2018: “Si en las elecciones del 1 de julio se registra fraude electoral van a tener que amarrar al tigre”.

La amenaza de soltar al “tigre” llenó de temor a su antecesor y facilitó el pacto de impunidad.

Muchos y con poder permitieron que el tirano llegara al poder. Se hicieron cómplices de un proyecto autocrático.

El “tigre” convirtió en cenizas la fotografía de una ministra demócrata. López puso en el centro del Zócalo la sucesión presidencial y prendió una hoguera para advertir qué hará si pierde el 24.

Beatriz Pagés Rebollar

Directora general de la Revista “Siempre”, una de las más influyentes de México, fundada en 1953 por su padre, Don José Pagés Llergo. Ha formado parte de los equipos de Televisa, Canal 11, Multivisión, CNI, Canal 40 y es comentarista política de numerosos medios. En 2019 renunció al PRI, donde militó gran parte de su vida.