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¿México merece a Claudia Sheinbaum?

Sergio Negrete DETONA: López Obrador gobernaría por medio de Claudia Sheinbaum. Si gana, los mexicanos tendrán el gobierno que se merecen.
Es una de las frases sobre política, y elecciones, más trilladas: “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”

Citada reiteradamente pero muchas veces falsa.

Como si el votante pudiese ver el futuro tras la densa neblina de la campaña.

Una persona se transforma en gobernante gracias a la voluntad popular y resulta que el voto responsabiliza a la colectividad que lo encumbró de sus acciones.

Como si un candidato estuviera anunciando que será un inepto si gana

Por otra parte, hay muchas veces señales, indicativos potentes de la estatura moral, conocimiento y además, por supuesto, la trayectoria y experiencia que una persona que busca un cargo de elección popular ofrece al electorado.

La campaña puede ser un simulacro, una cortina de humo, pero mucho se puede ver a través de ella para quien realmente busque. Están, además, la ideología y las promesas concretas.

La demagogia abunda, pero también las pistas de aquello que se puede esperar en forma realista.

La historia es muy diferente cuando un gobernante está en campaña buscando ser reelecto.

Entonces ya nadie puede llamarse a engaño sobre la persona.

Al hombre del poder se le conoce en el poder.

El poder revela, dice Robert Caro, el extraordinario biógrafo de Lyndon B. Johnson

Cuando tienes poder, muestras para qué lo querías.

Un gobernante que busca de nuevo el voto difícilmente puede ofrecer ser distinto a lo que ya mostró ser.

Andrés Manuel López Obrador está en su campaña de reelección

Se declara inmensamente orgulloso de lo que denomina “la transformación” en estos más de cinco años de gobierno y ofrece mantener ese proceso hasta 2030.

Le llama, pomposamente, el “segundo piso”, ese nuevo nivel que tendrá como base lo hecho en su primera administración.

Lo que ofrece es, además, radicalizarse. La veta autoritaria está al descubierto y ahora pide lo que no se atrevió en 2018: un voto arrollador que le permita modificar la Constitución a placer, en primer lugar para destruir la Suprema Corte.

Ya demostró que considera a los legisladores de Morena meros levantadedos a los que ordena no alterar una sola coma a sus iniciativas. Ahora quiere jueces igualmente a modo.

Que pueda gobernar como lo hacían los priistas de antaño, ese régimen que magistralmente retrató Daniel Cosío Villegas: 

Una monarquía, absoluta, sexenal y hereditaria por vía transversal

Esto es, la continuación del régimen orwelliano que ha vivido México desde 2018. La guerra es paz gracias a las mafias criminales que dominan el país.

La corrupción es honestidad como lo demuestra el propio López Obrador por medio de sus voraces familiares y colaboradores.

Finalmente, la ignorancia es la fuerza

¿De qué sirve el conocimiento más que para aspirar a ser un clasemediero?

Mejor la ignorancia y el adoctrinamiento en la escuela, finalmente la pobreza será llevadera con dignidad gracias a becas en la niñez y pensiones en la vejez.

Nadie podrá llamarse a engaño sobre lo que espera a México si en un mes sus ciudadanos optan por la reelección de AMLO.

El futuro será una mera continuación del pasado reciente, idealmente barriendo los obstáculos legales e institucionales para establecer un régimen autoritario y demagógico cuyo embrión se fue fraguando en estos años.

La única diferencia, meramente de apariencia, será que López Obrador gobernaría por medio de Claudia Sheinbaum.

Si gana, los mexicanos tendrán el gobierno que se merecen.
(Respetuosa NOTA DEL EDITOR: si los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, entonces los mexicanos nos merecemos un gobierno peor.)
Detona este artículo publicado por El Financiero, con autorización de su autor.
Sergio Negrete Cárdenas

Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Ha sido Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional en Barcelona, y en México en el ITAM, UNAM, ITESO, la Escuela de Periodismo Carlos Septién y la Universidad de las Américas en Puebla. Es columnista de El Financiero y de Arena Pública, además de que contribuye en otros medios impresos y electrónicos. Su podcast semanal, Econokafka, trata temas de economía, historia, política y libros. Colaboró por varios años con el grupo británico The Economist sobre temas relacionados con México, y es analista de Oxford Analytica. Fue reportero y columnista por varios años en el periódico El Economista.