A propósito de judíos y de persas, que no son árabes, por cierto. Episodio I de III
¿Les platico? ¡Arre!
Me refiero a esos mandatarios y no a sus países porque la belicosidad que les caracteriza no es compartida por muchísimos de sus habitantes, me consta. Estoy casado con una norteamericana y paso mucho tiempo en el que también es mi país.
Después de tal prefacio, paso a narrarles una anécdota lejana en tiempo y distancia, que “pinta” fielmente la naturaleza que caracteriza a los judíos.
EL JOYERO:
El fundador de una joyería sampetrina de polendas comenzó su negocio vendiendo gemas de casa en casa en la Colonia Vista Hermosa, de Monterrey.
Muchos de sus clientes eran de origen árabe, siendo judío el joyero.
Dos pueblos ancestralmente peleados, pero hermanados en sus orígenes.
El joyero comenzó a prosperar porque sus hermanos de origen le ayudaban comprándole su mercancía.
De repente, piedras que vendía como esmeraldas, rubíes, zafiros y diamantes, al cambiar de manos a la siguiente generación, perdían su fulgor porque resultaban FALSAS.
Los padres las pagaban sin chistar pues querían ayudar al joyero y en aquellos tiempos no había los instrumentos de ahora para determinar su autenticidad. Se vendía y pagaba "a la palabra", sin facturas de por medio.
Pero una de las hijas que recibió esos regalos de su padre, nacido en Beirut y vecino de la Vista Hermosa, cierto día quiso asegurarse de la autenticidad de la más grande de las piedras y ordenó una prueba.
El "diamante" en cuestión resultó FALSO.
La heredera dio la noticia a su padre, un hombre de 90 años, y casi le da un infarto.
De armas tomar como ella es, se apostó en la joyería citada y fue recibida por uno de los herederos que atendía la tienda.
La dueña del “diamante” le preguntó si estaría interesado en comprárselo. El hijo del joyero sacó una especie de “lápiz” de su escritorio, tocó con ese instrumento la piedra y de inmediato respondió: “Es FALSO”.
La hija le dijo entonces que su papá se lo había comprado al suyo 40 años atrás, quien se lo vendió como auténtico.
El heredero del joyero sonrió burlonamente y le pidió la factura de esa pieza.
- “Sabes bien que tu papá vendía sin facturar, ¿cómo me pides algo que no existe?”
- “Pues mucha suerte en tus gestiones”, le respondió con desprecio el “gemólogo” de la tienda en Calzada Del Valle.
- Mañana el Episodio II de esta serie, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía, más la Irreverente de mi Gaby, reportándose desde el Gran Bazar de Estambul.
El autor en otros medios nacionales y extranjeros:
https://www.sdpnoticias.com/autor/placido-garza/
https://muckrack.com/placido-garza
https://qoshe.com/yazar/pl-cido-garza/2695060
https://vanguardia.com.mx/autor/-/meta/placido-garza-irreverente
https://www.arteculturaysociedad.com/2025/04/manos-milagrosas-tejen-la-historia-de.html?m=1