Salir del trance

Gerson Gómez DETONA: Ser buscador o seguir las pistas de quien se esfumó incluye el riesgo de pasar a formar parte de las mismas estadísticas.

Este es el nuevo orden mundial.

De un día a otro nace una nación. Aquí y ahora, millones de personas desaparecen.

Caen en manos de la trata de blancas. De los coyotes para buscar una mejor vida.

Desechos en tambos de aceite. Irreductibles por trabajar a los carteles contrarios.

Jamás por su condición de adulto, mujer o niño.

México, tan herido y saqueado, el país donde miles se pierden.

Lo hacen en los 32 estados de la república. Llevados a casas de seguridad. A sus familias les imponen cuotas de rescate.

Nuestra numerología no decrece casi al final del gobierno de Andrés Manuel.

Ser buscador o seguir las pistas de quien se esfumó incluye el riesgo de pasar a formar parte de las mismas estadísticas.

Los tentáculos de quienes dirigen, conocen las fosas clandestinas o donde se cocinan los cuerpos, ya no reconocen la cantidad de los asesinados.

Solo los vieron ir. Muy golpeados. Escuchar sus gritos cuando les sometieron a interrogatorios.

Luego, los más salvajes, les privaron de la vida decapitando.

Los piadosos tan solo levantaron. Los llevaron al terreno sin fincar. Hincados les dieron oportunidad de rezarle a la Santa Muerte.

Ahorita la van a conocer perros. Luego la ráfaga silenciadora.

Por aquí. No por allá. Más allá de la loma. Cerca de la comandancia. A unas cuadras del Palacio Municipal.

Los perros traían en el hocico una mano. Parece el mal de todos los días.

Sabe como les pasó. De seguro andaban en malos pasos. No andaban en la iglesia o rezándole a Dios.

Búsquelas bailando en un taibol dance a lo largo de la frontera norte.

Ya se metieron a trabajar para la maña. Siempre les dieron problemas a sus papás.

Imposible salir del trance. En el país donde nada pasa y todo ocurre.
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.