Samuel y el “nuevo” estadio de Tigres
Hace unas semanas hablábamos en un artículo sobre el futbol como bandera política en el que algunas figuras a nivel mundial lo llegaron a utilizar como estandarte de sus aspiraciones.
En las recientes elecciones en Nuevo León no fue la excepción, caso específico de Samuel García Sepúlveda, candidato de Movimiento Ciudadano que resultó ganador de la contienda y el cual prometió un nuevo estadio para los Tigres de la UANL, el equipo del cual es aficionado.
El emecista, hoy gobernador electo (que aún no recibe la constancia) se aventuró el compromiso de “gestionar” lo que esté en sus manos para que se lleve a cabo la edificación del nuevo inmueble y apuntó al terreno de los patios de ferrocarriles, a un costado de la avenida Manuel L. Barragán, como principal locación.
Inclusive, Samuel lo tomó como propuesta de campaña y hasta colocó anuncios panorámicos en puntos estratégicos aledaños al Estadio Universitario, como en la avenida Barragán y su cruce con Fidel Velázquez/Nogalar.
El único detalle que olvidó Samuel es que la intención de donar los terrenos no es nueva y hubo alguien que ya se le adelantó: Andrés Manuel López Obrador.
Si bien el presidente de México no aclaró que se haría con el fin de construir un nuevo estadio para el Club Tigres, sí dejó en claro que el terreno (actualmente concesionado a la empresa Kansas City Southern) beneficiaría a proyectos urbanísticos, como lo dio a conocer en octubre de 2018, meses después de haber resultado electo y antes de iniciar el periodo de la 4T.
Por consiguiente, esos terrenos de ferrocarriles son federales y no un asunto de gestión estatal como lo insinuó el virtual gobernador.
Lo que sí podría alentar es a una posible inversión entre la IP y UANL, para que Cemex y algunas otras empresas pongan capital para construir el inmueble y hasta el gobierno estatal podría entrarle, como lo que ocurrió en Mazatlán, donde el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, invirtió una parte del erario para solventar los más de 650 millones de pesos que costó la edificación del nuevo estadio del Mazatlán FC.
Por ahora, sólo hay dos realidades: no se sabe qué pasará exactamente con esos terrenos de ferrocarriles y el estadio Universitario de Tigres será remodelado, de acuerdo con la versión oficial de la nueva directiva… a menos que el “Gobernatore” los haga cambiar de opinión.