Opinión

Snacks y vinos: el maridaje del mundo moderno

Roberto Echeverría Venegas DETONA® La mesa ha cambiado, cada vez comemos menos en grandes tiempos formales y más en pequeños momentos de antojo: papas, frutos secos, quesos, chocolates, totopos con salsa.
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Los snacks se han convertido en protagonistas, y el vino no se ha quedado atrás.

Durante años, la narrativa del maridaje parecía reservada para menús largos y platillos elaborados; hoy, la tendencia global es distinta: acompañar lo sencillo con vino.

No se trata de rebajar al vino, sino de ampliarle el escenario, un Sauvignon Blanc frío puede transformar unas papas fritas en una experiencia brillante. 

Un Pinot Noir ligero puede hacer magia con palomitas de caramelo, un Malbec argentino encuentra su pareja en una simple barra de chocolate amargo.

Y hasta un espumoso puede elevar unos cacahuates con chile de la tiendita de la esquina.

¿Por qué funciona? Porque los snacks tienen tres elementos que aman los vinos:

 

  • Sal y grasa, que resaltan la acidez y frescura.
  • Dulzor o amargor, que equilibran taninos.
  • Textura crujiente, que invita al siguiente sorbo.
Una guía rápida para mesas llenas de snacks.

Cuando en la mesa hay de todo —papitas, charcutería, quesos y frutos secos— lo mejor es elegir un vino versátil. Aquí van tres opciones básicas para no fallar:

  1. Espumoso brut (Cava, Prosecco, Champagne básico) o Funciona como “comodín”. La burbuja limpia la grasa, la acidez corta el salado y es lo bastante alegre para acompañar quesos, jamón serrano o botanas fritas.
  2. Vino blanco fresco (Sauvignon Blanc, Albariño, Verdejo) o Ideal si predominan snacks ligeros: papas fritas, verduras con dips, quesos frescos, frutos secos salados. La acidez mantiene el paladar despierto.
  3. Tinto suave y frutal (Pinot Noir, Tempranillo joven, Garnacha)o Perfecto si la mesa se inclina hacia quesos maduros, charcutería, salchichón ibérico o snacks con especias. Sus taninos son amables y no saturan.

Y si además hay chocolate o postres, un Malbec o un Oporto Ruby pueden cerrar la velada con redondez.

Lo importante


El vino ya no vive solo en los grandes banquetes, vive en la mesa con tus amigos, en la terraza con papitas, en el cine con chocolate o en la carne asada con totopos y guacamole.

Porque, al final, el mejor maridaje no es el más complejo, sino el que logra que la conversación fluya y la botella se acabe.

Conocer, es no excederse.
https://vimeo.com/1115590494
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https://vimeo.com/1015118818