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Tron: Ares (Tron: Ares/ EUA, 2025)

Justo Elorduy DETONA®️ su crónica sobre esta película y la califica con TRES ESTRELLAS. Director: Joachim Ronning. Guion: Jesse Wigutow y David DiGilio. Actores: Jared Leto, Greta Lee, Evan Peters, Gillian Anderson y Jeff Bridges.
https://www.youtube.com/watch?v=zvahPW14Qos
https://vimeo.com/1091496933

Tron: Ares es el nuevo intento de los Estudios Disney de elevar a franquicia fílmica el escondido universo cibernético creado inicialmente en la revolucionaria producción Tron de 1982.

Desde la segunda película de Tron: El Legado (2010) ya se habían soltado indicios que la siguiente película sería sobre el universo cibernético entrando ahora sí de lleno al universo real.

En esta instancia Tron: Ares es lo que se conoce en el argot fílmico como una “requel”, una secuela pero a la vez un “reboot” de las películas en la misma dirección de la original pero con cambios discretos, palpables y visibles para “actualizar” la trama.

Lo que pasó precisamente con 28 Años Después, que es la tercera película de la serie, pero es considerada como una “requel”, primera película de una nueva dirección que arranca con esta realización.

En esta instancia, Julian Dillinger (Evan Peters) nuevo director de Dillinger Systems y nieto de Ed Dillinger original dueño de la empresa (en Tron, encarnado por David Warner) aceleradamente busca encontrar el código de perpetuidad para mantener la estabilidad de creaciones digitales en el mundo real.

Mientras tanto las hermanas Eve y Tess Kim (Greta Lee y Selene Yun) quieren regresar a ENCOM, la empresa del aún desaparecido Kevin Flynn (Jeff Bridges), a la grandeza que tuvo cuando eran los reyes de los videojuegos.

Para Julian Dillinger su nuevo programa Ares (Jared Leto) lo es todo, y según él, servirá para reivindicar a la figura venida a menos de su abuelo.

Esta es la básica y única línea que tiene Tron: Ares, trama endeble de una historia que se pierde totalmente en una obra de arte fílmica, una producción que explota un lenguaje cinematográfico increíble.

Por un lado ofrece mucho y por el lado restante la película tristemente se pierde en clásicas narrativas de las empresas malas que quieren todo para ellas, no importa el precio a pagar, con jefes iguales de malvados que quieren todo el poder.

Tron: Ares es exactamente lo mismo que sucede en Mundo Jurásico (2015), la tecnología de Parque Jurásico (1993) revivida pero usada con fines comerciales nada éticos, y Mundo Jurásico: El Reino Caído donde ese mundo de dinosaurios inunda el nuestro.

Aquí la ventaja de Tron y las tres películas a la fecha son los saltos agigantados entre producción y producción y que al parecer, van a seguir y van a seguir deslumbrando.

Si en Tron la aventura era quedar apantallados dentro del mundo de una computadora, ahora en Tron: Ares el tema es la IA, la inteligencia artificial y quedar apantallados en el momento en que Ares cobra conciencia de sí mismo cuando su ser reflexiona líneas de Frankenstein, la obra de Mary Shelly y se da cuenta que “piensa, por lo tanto, existe”.

Pensar que en 1982 era espionaje industrial, juegos de video y hoy la opción es la inteligencia artificial y vuelvo a ceder que esta tercera película es deslumbrante con un diseño y coreografía non plus ultra, bien actualizada y explotando toda la tecnología fílmica posible.

Todo un “upgrade” a lo que ofreció la original, pero en esa teníamos a Jeff Bridges viviendo una aventura excepcional y eso lo tratan de repetir con el personaje de Greta Lee y su Eve que simplemente queda opacada cortesía de que Jared Leto la desplaza y él no cae en aventarse un papel ni arrogante, ni petulante como los de Morbius y su Joker, sino que ofrece un personaje que, de ser un ente cibernético, le nace humanidad.

Ares es estoico, un personaje que rechaza aceptar que literal, es un programa con su destino escrito y que su “vida” está a la vez preescrita y que él no puede controlarla.

Y el universo en el que vive lo vemos con demasiada rapidez, más como algo que pasa rápidamente ante nuestros ojos, como cuando vamos en un carro y no con la intención de dejarnos sorprendidos, aunque es impresionante cuando ese mundo del que Ares es parte comienza a tomar pie en nuestra realidad.

Es lo mejor de la película y ese aspecto, aunque está ahogado en tanto efecto visual, es la parte importante que hace sobresalir al filme.

Y por igual, me gustó el homenaje pleno a Tron, apuntando que ese universo anda por ahí en algún “flopy disk”, en alguna computadora casera olvidada en un rincón de alguna bodega y gracias, reviven a Bit (Yes-No) que en la segunda película ni mencionan.

Igual me gustó la muy buena banda sonora de Nine Inch Nails, muy evocativa de la música de Wendy Carlos en Tron, revolucionaria en ese entonces.

Quizás la idea de que Tron: Ares es un “requel” ocasiona que esta tercera película se note mas como un puente, aventando al ruedo ideas del universo real y virtual para balancear que queda, que se agrega y que se va.

El final de la película indica precisamente un eslabón entre la segunda y esta tercera y la escena en los créditos finales nos ligan a la primera película para plantear nuevos aspectos, manteniendo la idea que todas las películas van a ir de la mano de una sola línea.

Ojalá y haya otra película más de este universo de Tron, uno que no cese de sorprender y espero que siga sorprendiendo.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
https://vimeo.com/1015118818