Una deliciosa tarde de golf en Madrid
Espléndida para caminar, hacer un poco de ejercicio y participar en un pequeño torneo de golf de celebridades para juntar fondos contra el cáncer de mama.
- Rafa Nadal, antes que nadie.
- Luego, Iker Casillas y Raúl.
- Y el alcalde José Luis-Martínez-Almeida.
Varios foursome atrás venían los mexicanos: el embajador Quirino Ordaz y un expresidente de la República con playera rojo priista, Enrique Peña Nieto, quien no tuvo reparo en dejarse fotografiar, sabedor de que no era una de las figuras y de que la mejor de las apuestas que ha hecho desde que llegó a esta ciudad es vivir un bajo perfil sin esconderse.
“Sí, juego golf, me gusta, es una actividad recreativa que te da una terapia ocupacional y psicológica”, me dijo a principio de julio, cuando voló una nota (hoy perdida) que lo mostraba como el supuesto beneficiario de un contrato con una firma de Israel que vendió a México el software Pegasus.
No sé cuántos golpes tiró ni cuánto aportó para la causa contra el cáncer.
Pero ahí estuvo, tranquilo, a la vista de Nadal y muy lejos de las grotescas maniobras y explicaciones de la crema de la 4T cada que pisa Madrid.