Visita presidencial en NL: entre protestas y promesas
En medio de un día nublado, colmado de protestas, abucheos al gobernador Samuel García y un intenso acarreo por parte de “las tribus” de Morena, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo trajo una “lluvia” de promesas a Nuevo León:
El tren de pasajeros Saltillo–Monterrey–Nuevo Laredo, 60 mil viviendas de interés social, estancias infantiles, una Unidad de Medicina Familiar en el municipio de San Nicolás de los Garza y la pavimentación de baches en la red de carreteras federales que confluyen en el estado.
“Vamos a seguir apoyando a Nuevo León”, concluyó la mandataria de México en un discurso de aproximadamente 25 minutos, pronunciado en la versión reducida de su Primer Informe de Gobierno.
El evento programado a las 18:30 horas inició 20 minutos tarde, en una Explanada de los Héroes que albergó —según cifras oficiales— alrededor de diez mil asistentes, principalmente morenistas de Escobedo, García y Santa Catarina, municipios pintados de guinda; además de integrantes del magisterio y de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista.
Los convocados por MC lucieron con discreción camisetas blancas y, en algunos casos, gorras anaranjadas.
Alrededor de la Macroplaza, por las calles Zaragoza, Zuazua, Dr. Coss y Juan Ignacio Ramón, se observaron cientos de camiones estacionados, algunos en doble fila, sin ser molestados por Tránsito de Monterrey.
“Somos los acarreadores, somos los acarreadores”, canturreaba sarcástico un grupo de choferes de la empresa Konect.
Al iniciar la ceremonia, en su discurso de bienvenida a la presidenta, que duró menos de cinco minutos, el gobernador Samuel García recibió abucheos por parte de pobladores de García, quienes exigían agua en el municipio, y de maestros jubilados que demandaban justicia.
“¡Queremos agua!”, “¡No al tarifazo!” y “¡Maestros jubilados, derechos vulnerados!”, escuchó Samuel García tan pronto subió al pódium a pronunciar un mensaje meloso en favor del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien, desde el estrado principal, escuchaba las muestras de inconformidad en contra del joven mandatario.
“Nada, nada, nada, aquí se respeta a todos”, diría momentos después en su intervención Sheinbaum Pardo, en un intento de proteger y salvar a Samuel García de los abucheos que surgieron de nuevo durante su mensaje al pueblo de Nuevo León.
“Algo que quiero agradecer como neoleonés es todo el apoyo que usted y su equipo nos han dado en permisos y dinero para proyectos como el Metro, el tren suburbano y la carretera Interserrana. Gracias a la presidenta vamos a hacer obra pública nunca antes vista en el estado”, manifestó el gobernador durante su discurso.
García Sepúlveda resumió así, en cinco apartados, el apoyo del gobierno de Claudia Sheinbaum:
Inversión en obras públicas, los beneficios que arrojan los programas sociales en la entidad, los cuales —aseguró— ayudaron a reducir los índices de pobreza extrema a un mínimo histórico.
Asimismo, destacó la coordinación que existe entre los distintos niveles de gobierno, la cual consiguió que en el estado se redujeran los homicidios en un 70% en el primer año de gobierno de Sheinbaum Pardo.
Finalmente, el gobernador resaltó la valentía y firmeza de la presidenta para enfrentar la crisis arancelaria que atraviesa desde hace varios meses la región norte de América.
“Como mexicano me siento orgulloso de tener una presidenta que ha estado firme contra esta guerra arancelaria y que, gracias a su postura, hemos dejado claro que México se respeta”, comentó.
Apartados en un punto lejano, madres buscadoras y familiares de víctimas de desaparición forzada protestaron desplegando en silencio una enorme lona plástica con la leyenda: “Nuevo León, tierra de desaparecidos”.
La clase política estuvo activa y presente en el acto masivo: el alcalde de Escobedo, Andrés Mijes Llovera, fue recibido con porras de cientos de simpatizantes; su homólogo de García operaba a intramuros la protesta por la escasez de agua en su municipio; y el edil de Santa Catarina, el “neo morenista” Jesús Nava Rivera, saludaba a diestra y siniestra desde la zona V.I.P.; mientras que Clara Luz Flores Corrales, alta funcionaria federal en la administración de Claudia Sheinbaum, permanecía sonriente en lugar privilegiado.
Encendiendo las especulaciones políticas, separados —sillas de por medio— los senadores Waldo Fernández y Judith Díaz. También estuvieron los líderes de los partidos aliados de Morena: la diputada Guadalupe Martínez (PT) y Édgar Salvatierra (Verde Ecologista de México), al igual que diputados federales y locales, dirigentes sindicales y miembros del gabinete del actual gobierno de la República.
Despiden maestros de la Sección 50 a presidenta
Momentos después de rendir la versión reducida de su Primer Informe de Gobierno en la Explanada de los Héroes de Monterrey, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue despedida a gritos por un grupo de aproximadamente cien maestros de la Sección 50 del SNTE que coreaban a su paso: “¡Fuera Samuel!, ¡Fuera Samuel!” y “¡Samuel no le ha pagado a los maestros jubilados!”.
Encabezados por la profesora Lucilda Pérez Salazar, los manifestantes esperaron pacientes frente a la puerta trasera de Palacio de Gobierno, donde una camioneta negra blindada aguardaba a la primera mandataria de la nación.
Al percatarse de la presencia de Sheinbaum Pardo, quien salió del recinto gubernamental acompañada por un reducido equipo de colaboradores y un discreto aparato de seguridad, los inconformes la recibieron exclamando: “¡Claudia, escucha, el maestro está en la lucha!”.
La presidenta se concretó a saludarlos con la mano en alto y una sonrisa, mientras se tomaba selfies y recibía obsequios de otros ciudadanos reunidos en el lugar.