Destino Final: Lazos de Sangre (Final Destination: Bloodlines/ EUA, Canadá/ 2025
Destino Final: Lazos de Sangre es un intento de revivir la franquicia del mismo nombre que inició su paso a principios del siglo 21, en el 2000 y posteriormente las cinco películas que dejaron su huella.
Ahora el filme comienza en 1960 con un montaje, hasta eso bien colocado, de como Iris burla la muerte por una premonición que tiene y salva a gente que debió morir en una tragedia.
Obvio y como es el sello de la franquicia, la muerte cobra porque cobra, en el caso de Destino Final: Lazos de Sangre el que esté presente o descendencia y llevarse consigo todo aquel que nunca debió nacer.
Ya en el presente la película se centra en Stefani Reyes (Kaitlyn Santa Juana) y su familia y su capacidad de darse cuenta de que la muerte los está merodeando y hará algo grotesco y feo para terminar con su existencia.
El desarrollo es reunirse con propios y extraños para tratar de descifrar qué está pasando y que pudieran hacer para sobrevivir y aquí se puede apreciar la última aparición de Tony Todd como el “leit motiv” de todas las películas de Destino Final y su más o menos frase, “la muerte no le gusta que te burles de ella”.
Ya como veterano de cinco películas de Destino Final uno sabe que va a pasar al final sin “spoiler” alguno y que le va a pasar a uno y todos los personajes de la película.
En fin los directores Zach Lipovsky y Adam B. Stein operando el guion de Guy Busick (guionista de la franquicia de Scream) y Lori Evans Taylor (productora de la TV serie 1000 Maneras de Morir) aplican todo su conocimiento de muertes extrañas y series de eventos desafortunados logran darle una bocanada de aire a la franquicia.
El sentido es cínico y cruel, pero hay momentos donde se intenta superar lo pesado de la película con momentos de risa y sí irónica, pero es tratar de desarrollar a los personajes por donde se pueda posible, donde la mera verdad no se puede.
Si Destino Final: Lazos de Sangre tiene fuerza es en los montajes muy elaborados de como la muerte cobra factura con muertes totalmente fortuitas y super elaboradas, a veces demasiado gráficas (no vuelvo a entrar a una resonancia magnética), pero como hilan toda la historia en base a un “penny”, un centavo de dólar, merece su distinción por como logran entrelazar toda la trama de principio a fin.
Pero vuelvo a repetir de mi crítica de El Mono, ya parece competencia abierta entre El Mono y Destino Final de quien logra la muerte mas ejemplar y mas pintoresca, exagerada y hasta eso, grotesca.