Siete Puntos

¿Es bueno dialogar? ¿Con quién?

Padre Paco DETONA® Dos intercambios verbales han llamado la atención en esta semana.
https://vimeo.com/1091444957
1.

Por una parte, el de nuestra presidenta con Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio Guzmán, quien la acusó de ser la publirrelacionista de Ismael “El Mayo” Zambada y, por otra, el “Taller para el fortalecimiento de capacidades de negociación en sacerdotes y agentes”, que tiene como finalidad preparar a clérigos y laicos para dialogar con miembros de grupos criminales, a fin de reducir la violencia en comunidades de Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, regiones asoladas por el narco.

2.

Casi la totalidad de la comentocracia ha criticado a CSP por responder desde La Mañanera al litigante norteamericano, argumentando que no debe rebajar la investidura, que hay niveles, que lo enfrente alguien de su equipo -por cierto: ¿y el Secretario de Relaciones Exteriores?-.

Críticas semejantes ha encontrado el curso mencionado, a cargo de la Universidad Pontificia de México, por quienes dicen que no es un tema propio de curas, o que tales diálogos pueden generar una suerte de complicidad con los capos del crimen organizado.

 

3.

Es cierto que CSP se está desgastando, cada día más, al utilizar tal herramienta de comunicación que, si bien le arrojó logros a su antecesor entre los seguidores de la 4T, por su personalidad, sus burlas e ironías, sus ataques frontales a enemigos reales e inventados, a ella no le resulta un instrumento cómodo, pues la expone a difíciles réplicas.

Pero que responda a tales acusaciones, más allá de si le conviene o no demandar al defensor de narcos, me parece que es correcto.

Es una imputación que, como ella misma dijo, no puede dejarse pasar y hay que atender.

 

4.

De la misma manera, suscribo el que eclesiásticos y agentes de pastoral, al buscar capacitarse para negociar con criminales, se están metiendo en terrenos pantanosos.

Sin embargo, aceptando que también corran todo tipo de peligro, desde arriesgar su misma vida hasta traicionar su ministerio aceptando dinero sucio, creo necesario dialogar con quienes controlan el tránsito por amplias zonas del país, cobran derecho de piso y ajustan cuentas a la menor provocación.

Los pastores necesitan condiciones propicias para realizar su trabajo principal: cuidar a sus ovejas.

5.

En el fondo hay dos preguntas clave: ¿es bueno dialogar?

Y: ¿con quién podemos hacerlo?

El filósofo alemán Jürgen Habermas, ya de 96 años, sostiene que el diálogo auténtico permite a los individuos reflexionar críticamente sobre sus condiciones sociales, y abrir caminos hacia la transformación.

La teoría crítica, propuesta en especial por la Escuela de Frankfurt, le otorgan al diálogo un papel central en la construcción de una sociedad justa y racional.

Con igual profundidad filosófica tenemos nuestro popular dicho: “hablando se entiende la gente”.

 

6.

Y yo soy partidario de dialogar con todo el mundo.

Nadie puede estar excluido ni por su condición socio-económica, su credo religioso, su preferencia sexual o su filiación política.

Obvio que se deben respetar algunos protocolos -escuchar más que hablar, no saltar de tema en tema, tener libertad para expresar cualquier opinión, expresarse con veracidad y sin ofender al interlocutor, etc-.

A fin de cuentas, si Nuestro Señor Jesucristo dialogó con el demonio (Mateo 4,1-11; Lucas 4,1-13), no veo por qué no pueda dialogar un obispo con un narcotraficante.

7. Cierre icónico.

Contraflujos van y vienen, en un esfuerzo loable por disminuir los tiempos de traslado para los automovilistas.

No son suficientes, pues los atorones y congestionamientos continúan.

Las grandes ciudades, entre las que quisiera estar nuestra urbe, no necesitan de esas soluciones.

Cuentan, eso sí, con transporte público eficiente, que logra la disminución de vehículos en sus arterias.

¿Cuando se terminen las líneas 4 y 6 de nuestro metro ya podremos dejar los coches en la casa?

¿Y los camiones urbanos darán mejor servicio? Veremos.
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1015118818
Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).