El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público federal (SHRFSPF)

Marco Pérez DETONA: Este tema es importante, porque cada vez es más frecuente ver comunicados de prensa de la Secretaría de Hacienda, donde pretenden utilizar este concepto como “Proxi” del saldo de la deuda neta del sector público federal, y esto es más falso que un billete de $18 pesos.
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Para entender bien este concepto, primero hay que explicar el término de “Requerimientos Financieros del Sector Público Federal” (RFSPF) y luego aventurarnos en su metamorfosis a “Saldo Histórico”, maroma de circo que pretenden hacer, pasando de un “flujo anual” como son los RFSPF, para transformarlo a un concepto de stock o de “saldo” bastante cuestionable, ya que NO corresponde a la acumulación de los requerimientos financieros anuales a lo largo de los años, además de que ha cambiado su integración, por lo que el referido “Saldo Histórico” de cada año son datos heterogéneos no comparables.

Los requerimientos financieros del sector público federal, representan la cantidad de dinero que ocupa el Sector Público Federal, (Gobierno Federal, más PEMEX más CFE) para financiar el déficit presupuestal, MAS el déficit extra presupuestal, de entidades públicas que no se incluyen en el Presupuesto de Egresos de la Federación ni en Ley de Ingresos.

Si la Banca de Desarrollo ocupa dinero para financiar a los sectores privado y social, a esos requerimientos se les denomina “Intermediación Financiera de la Banca de Desarrollo” y también se incluyen como requerimiento financiero, ya que Hacienda debe contratar deuda para refaccionar a sus bancos, ya que éstos no captan recursos del público ahorrador.

De tal suerte, este concepto de RFSPF representa la cantidad de deuda que deben contratar para pagar todos los sobregiros de todos los entes públicos, y corresponde al “techo” de deuda pública que el Congreso les autoriza contratar año con año, y se desglosa de manera detallada en el artículo 2 de la Ley de Ingresos de la Federación, incluyendo tanto deuda interna como deuda externa.

Si el IPAB ocupa financiamiento, porque no tiene recursos para pagar los intereses de su deuda, o el fondo de infraestructura (FONADIN), todos esos recursos también se integran a los requerimientos financieros del sector público federal, aún y cuando los saldos de esas deudas NO se registran dentro de la estadística oficial de la deuda pública que publica Hacienda, pero el pago de los intereses sí se registra dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación..

De tal suerte, este concepto de RFSPF es un FLUJO anual de recursos que el sector público debe contratar como deuda pública que viene a aumentar el saldo de la deuda bruta año con año.

Es lo que piden prestado para financiar los déficits de todo el sector público federal y es en lo que aumenta la deuda pública año con año, pero la deuda “bruta”, no la “neta” que reporta la autoridad, deduciéndole sus activos financieros.

Queda claro, que si hubiera realmente un concepto de “saldo histórico” de estos RFSPF, la estadística debería haber iniciado desde el año uno, e ir aumentando año con año, precisamente en la cantidad de RFSPF que se vayan generando, pero esta estadística solo la tienen empezando el año 2000, y NO se integra con estos flujos, sino con una metodología más de pasivo financiero, neto de activos financieros.

Para calcular el SHRFSPF, Hacienda parte del saldo de la deuda bruta (que es lo que en realidad se debe) y procede a restarle las disponibilidades en caja del Gobierno Federal, de Pemex y de la CFE, y así determina lo que ellos llaman deuda “neta”.

Posteriormente empieza la alquimia, y proceden a sumarle las deudas no reconocidas oficialmente como deudas públicas, como IPAB, FARAC, Fideicomisos, etc., y les RESTAN todos los activos financieros de los entes públicos, incluyendo toda la cartera de los créditos de la Banca de Desarrollo, los saldos horrados en los fondos de estabilización, y hasta las reservas actuariales del IMSS y del ISSSTE para llegar al multi mencionado “Saldo Histórico” que ahora manejan como “proxi” de la deuda neta del sector público federal.

Más aún, explícitamente reconocen que este concepto ha venido mutando a través del tiempo y que si bien antes solo se deducían activos financieros asociados a efectivo, con el tiempo se le han venido deduciendo otros activos financieros, aún y cuando los recursos tengan destino de gasto específico, reconociendo públicamente que han adulterado el concepto y que la serie, y cada dato anual, NO SON COMPARABLES y menos ACUMULABLES.

Queda claro que esta serie de SHRFSPF no sirve para NADA, y por supuesto que NI POR ERROR se puede usar como un “proxi” del saldo de la deuda pública, ya que se asemeja más a un burdo y manipulado concepto saldo neto de la posición financiera, que deduce hasta activos financieros con destino de gasto específico.

Es tan Kafkiano esto, que si las instituciones de la banca gubernamental contratan deuda pública para prestarle dinero a los sectores privado y social, que en muchas ocasiones no recuperan, (cuestión de recordar los quebrantos de los extintos Banrural y Financiera Agropecuaria), NO HABRÍA deuda pública neta, y sería de CERO, ya que a la deuda contratada, le restan la cartera de créditos, y entonces dicen que la deuda neta es de CERO, es decir, que NO DEBEN NADA.

Olvidan que la deuda neta que les autoriza el Congreso en LIF, según la define la Ley Federal de Presupuesto y la Ley Federal de Deuda Pública, es NETA de amortizaciones, no de activos financieros.

Y como siempre, hay una cereza en el pastel, ya que se atreven a informar, en las notas de pie, que la metodología para elaborar estos datos, corresponde a la utilizada por el FMI, otra mentira más, ya que esa metodología establece que la deuda pública debe incluir todas las obligaciones de pago de todos los órdenes de gobierno y de sus entes públicos, incluyendo los pasivos pensionarios y todos los compromisos de pago, sin embargo en las cuentas de Hacienda, para afirmar que la deuda pública neta es solo poco más del 51% del PIB, solo incluyen pasivos financieros del sector presupuestal, y netos de disponibilidades de efectivo, y terminan comparado Peras con Manzanas.

En sus propios documentos, la SHCP reconoce que los pasivos financieros del sector público federal, sin deducirle activo financiero alguno, suman 73.4% del PIB, mientras que el pasivo pensionario a cargo de entes públicos, lo calculan en cerca del 40% del PIB.

Ya en ocasiones anteriores he señalado que el verdadero nivel de la deuda pública del País, como porcentaje del PIB, que es la deuda bruta, (lo que se debe, lo que ha ingresado y lo que se ha GASTADO) supera el 130%, considerando todas las obligaciones de pago de los 3 órdenes de gobierno y sus entes, (no solo los pasivos financieros) sin restarle ningún saldo de efectivo ni activo financieros, tal y como lo establece la metodología del FMI.

Le siguen pegando al vivo al calcular un concepto de pasivo financiero, neto de activos financieros, totalmente diferente a las obligaciones de pago, y pretenden venderlo como el saldo de la deuda pública neta, nada más falso.

Por más que se repita una mentira, no se vuelve verdad.
Marco Pérez

Economista especialista en finanzas públicas, Socio Director de Econometría Aplicada SC, Conferencista y Catedrático a nivel doctorado.