Enfoque en retos globales, premisa para controlar la Inteligencia Artificial

Enrique Alanís DETONA aquí: Crear e implementar regulaciones globales para la IA va a requerir no sólo de voluntad política, sino también la voluntad corporativa.

Un grupo de expertos de empresas de tecnología y de académicos, identificó al menos cuatro aspectos fundamentales que las instituciones y gobiernos debieran considerar para controlar y regular la Inteligencia Artificial (IA).

Estos son el desarrollo y distribución de tecnología benéfica, armonizar la regulación, asegurar su correcto desarrollo y uso, y administración de los riesgos geopolíticos.

A su vez, especialistas consideran que ya existen ejemplos de marcos regulatorios exitosos de los que se pudiera aprender para replicar metodologías, reglamentos, e instituciones. Entre estos se puede mencionar el acuerdo global de armamento nuclear, que ha evitado su proliferación y enfrentamientos con dichas armas, y además mantiene un continuo monitoreo de potenciales desarrollos.

Las organizaciones que administran el Internet a nivel global es otro ejemplo de un sistema de gobernanza digital, con mecanismos que mantienen su funcionamiento, seguridad y conectividad global. Los expertos también mencionan los distintos lineamientos para la IA que ya existen en algunos países o instituciones, por ejemplo, en las Naciones Unidas, la Unión Europea, la OECD, EUA, y China. 

Mi análisis y prospectiva:

Actualmente, se puede considerar que el control de la IA está prácticamente en las manos de las grandes empresas de tecnología, y en algunos casos con cierto nivel de intervención por parte de gobiernos. Crear e implementar el nuevo marco regulatorio global de la IA va a requerir no sólo de voluntad política de las autoridades, sino también de la voluntad corporativa de las grandes empresas de tecnología.

Dado que cada país y cada empresa está en la competencia por liderar el desarrollo de la IA más poderosa y utilizada, aceptar límites y regulaciones se vuelve más complejo.

Quizá valga la pena procurar lograrlo desde otra perspectiva, comenzando con un objetivo común que no pretenda establecer límites.

La premisa, antes de pasar a discutir y negociar la regulación de la IA, sería lograr un acuerdo global para enfocar las IAs únicamente o primordialmente en la resolución de los principales retos globales. Por ejemplo, concentrar el desarrollo de las IAs actuales en encontrar la cura para ciertas enfermedades, o en acelerar la creación de energías más eficientes y renovables, o en multiplicar la producción y hacer más eficiente la distribución de alimentos.

Aunque es una propuesta idealista, el enfoque serviría para de inicio, dirigir a las IAs en causas de beneficio generalizado, antes de desarrollar la infinidad de funciones que están procurando cubrir.

Durante el proceso, los participantes y las instituciones involucradas podrán ir acotando y definiendo las regulaciones adecuadas y necesarias, así como el establecimiento de acuerdos multilaterales y multisectoriales que mantengan la seguridad de la sociedad, mientras las tecnologías siguen evolucionando. Ante la ausencia de enfoque benéfico común, la competencia será diversificada y hostil, y ante la “anarquía digital”, se verían enfrentados el poder del Estado, es decir, los gobiernos, con el poder fáctico de las grandes empresas de tecnología.

Enrique Alanís

Ejecutivo con experiencia en alta dirección en la iniciativa privada, en el sector público como Secretario en el Gobierno de Nuevo León, y como presidente y miembro en ONGs. Columnista, “vlogger”, expositor. Consejero en empresas y organismos. Economista y Maestría en Comercio Electrónico por el ITESM, Maestría en Relaciones Internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy.