Los soldados del PRI

Gerson Gómez DETONA aquí: Cuanta nobleza de los soldados universales del PRI. En los actos sociales, los abrazos sonoros y las consideraciones.

No les quedaba de otra. Todos los sectores sociales le pertenecieron al Revolucionario Institucional. Para conservar las concesiones de televisión, Azcárraga Milmo impidió el desarrollo de la democracia en sus noticieros y coberturas. Candidatos de oposición invisibles en los medios de comunicación.

Hasta la muerte, se sostuvo los acuerdos.

Los nombramientos de los rectores de las Universidades Públicas, las palomeaban los gobernadores. Leída la cartilla, las condiciones.

Cada junta de gobierno simulaba la elección. Por unanimidad el ungimiento de toda la plantilla. A los disidentes, los demócratas, los ingenuos del pensamiento crítico, solo les quedó la renuncia a sus principios y alinearse.

Muchos de esos funcionarios se enriquecieron de manera grosera. Pasaron del barrio a codearse con los principales de los municipios ricos.

Las ampliaciones en las facultades, las mejoras en las rectorías y los votos en tropel, usando la estructura de los comités estudiantiles.

Llenaron de porros, los basificaron. De poco a poco le llenaron a los falsos rectores humanistas, a sus prestanombres, a todo el equipo de colaboradores, a costa de las participaciones federales y estatales.

Cuanta nobleza de los soldados universales del PRI. En los actos sociales, los abrazos sonoros y las consideraciones.

Sembraron arboles de pesadillas de la falsa superación personal. Publicaron libros infumables con sus memorias, sin incluir los capítulos negros de las negociaciones con la disidencia.

Ocultaron a los muertos. En la paz de los sepulcros nadie canta una aria.

Los viejos soldados del PRI, como los disidentes desaparecidos, ya arden en sus ataúdes. Mientras sus secuaces y beneficiarios, los homenajean con los panegíricos a modo.  

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.