No te deseo nada malo, Carlos
Una juez penal de distrito resolvió que no existían pruebas que demostraran la responsabilidad plena del señor Vallarta en distintos delitos, esencialmente el de secuestro.
No salió absuelto después de un juicio.
En sus primeras declaraciones fuera del penal tocó la música predilecta del régimen.
“Hay verdades ocultas de gobiernos pasados”, dijo.
En esa intemperie victoriosa, de justicia poética, de arropamiento oficial, mañanera incluida, Vallarta le mandó un mensaje a un periodista.
“Aquí estoy, no te deseo nada malo, te deseo bendiciones de corazón, y creo que es justo que platiquemos, me debes una explicación”.
No te deseo nada malo, me debes una explicación.
Palabras que pueden tomarse en más de un sentido viniendo de alguien cuya participación y conducción en más de un secuestro no fueron desvirtuadas en 19 años.
Le mando un fuerte abrazo al periodista que desde hace mucho reconoció sus errores en la transmisión (subrayo: en la transmisión) de la nota de la captura de Vallarta.