No los necesitan ni de comparsas
Primero se hizo pasar a Pablo Gómez, flamante coordinador de la comisión gubernamental que moldeará la iniciativa de reforma electoral.
Invitó a una consulta “amplia e incluyente” a ciudadanos, organizaciones sociales, comunidades indígenas y, sí, también a los partidos.
Presentó un paquete con encuestas, audiencias “públicas”, debates “públicos”, eventos “públicos” para analizar libertades políticas, representación del pueblo, financiamiento a los partidos, regulación de la competencia, etcétera, y luego entregarle las conclusiones en enero a la presidenta Sheinbaum.
En un segundo momento, a pregunta expresa, la Presidenta respondió que los partidos opositores podrán concurrir con ideas y opiniones, pero no tendrán injerencia en la redacción de la iniciativa.
Una iniciativa que, todo hace pensar, Morena y su aplanadora votarán en febrero, tal como Palacio Nacional quiere que se vote hoy.
Gracias por la franqueza, supongo que dirán ahora los opositores ante la evidencia de que no los están invitando a un diálogo real o a un acuerdo amplio.