Otra broma más

Gerson Gómez DETONA aquí: Ni a Luis Donaldo ni a Mariana, si aplicaran para buscar empleo, serían tomados en cuenta.

En Nuevo León algo sucede y nada pasa.

La caballada, las corcholatas, quienes suenan para el servicio público, están por debajo de todo estándar de inteligencia emocional, capacidad laboral o carrera dentro de las instituciones.

Sus hojas de vida regidos por la cantidad de seguidores en TikTok, Instagram, twitter o de las redes sociales.

Nada real.

Ni siquiera el conocimiento de la constitución mexicana, la constitución del estado, la extensión territorial, los nombres de los 50 municipios, las fórmulas para la gestoría social o la formación de cuadros.

Nada. Nada. Nada.

Así, con ese temple ingenuo, en Monterrey, zona de impacto alto del crimen organizado, Luis Donaldo Colosio Riojas, el sonorense convertido en alcalde, puede lanzarse para continuar al frente del ayuntamiento.

En el Senado, la casa grande de las ideas y de los discursos nacionalistas, no podemos imaginar otros seis años de la morelense educada en el ITESM, con todos los complejos del color de su piel y de su formación desde el vacío, la señora Indira Kempis.

Aún por debajo de la actual senadora, la señora de García Sepúlveda, el gobernador, the whitemexican power girl, Mariana Rodríguez, puede presumir, a sus 29 años, heredar el escaño de su esposo.

Nos horroriza la frivolidad de sus pensamientos. La parte vacía de sus ideales políticos. No tiene. Carece de toda ingeniería cerebral o inteligencia emocional.

Sin distingo de izquierda o derecha, de centro. Para la señora Rodríguez, todo lo cool es vivir con guaruras, de turista en misiones oficiales. Versión imposible de competitividad, en cualquier empresa.

Ni a Luis Donaldo ni a Mariana, si aplicaran para buscar empleo, serían tomados en cuenta. Inexpertos, bobos y representantes de la modernidad liquida.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.