Una certeza ordinaria

Gerson Gómez DETONA: Radio y Televisión de Nuevo León es vacilada etílica. Formada con desertores de comunicólogos profesionales. A años luz de las señales nacionales como el canal 11 o 22.

Aspiramos a un país de periodismo libertario. Sin la necesidad de compra de espacios. De reporteros, colaboradores, jefes de redacción y directores congruentes.

Con interés superior en la ciudadanía. Coloreando la aldea global desde sus trincheras.

Nos acostumbraron, con el uso de las frecuencias oficiales, a la sucia propaganda de los gobernadores afines y los alcaldes embrutecidos por el poder.

Invirtieron en tecnología por encima de salarios dignos para sus colaboradores. Excepto para el director y unos cuantos caprichos.

Los reporteros de la fuente brincaron al salario insignificante pero seguro. Ya no necesitaron de cañonazos para silenciarlos. Por eso dejaron de ser periodistas.

Se les ve llegando con resaca a trabajar. Descuidan hasta la apariencia. Trastabillan en radio. En televisión se mueven como frijoles saltarines.

Tocan base y se esconden en la simulación. Le besan la mano celestial a su empleador. Transmiten ocurrencias. Hacen aguas sus naves de olvido.

Esos propagandistas le suman años a una carrera lodosa. Alimentados con chatarra informativa, sin tacto o continuidad en las pautas. Nada los libra.

Los derechos de picaporte, de información confiable y hasta de entretenimiento, por lo menos los oficiales, están en crisis.

Se usan hasta para todo, menos para lo indicado en su visión, filosofía y código de ética. Conocer los contenidos son perdida de tiempo. Tampoco es competencia con las frecuencias concesionadas a particulares.

Profesionalizar todas las áreas. Concluir las becas de los vivales enquistados. Despedir o ratificar siguiendo la calidad en vez de la cansina propaganda.

Radio y Televisión de Nuevo León es vacilada etílica. Formada con desertores de comunicólogos profesionales. A años luz de las señales nacionales como el canal 11 o 22.

Sacudir el salitre de hongos directivos, gnomos conductores y hasta las emperatrices noticiosas con indicadores de audiencia cero. Comisura de cortesía: Ojalá hoy no tiemble.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.