¿Cómo aprender a pasar las olas?

Una sola palabra: Te más mucho

Ana Laura Martínez DETONA: "Te más mucho" significa mucho más que un simple "te quiero", abarca el todo del amor, de un amor auténtico y profundo, el nuestro.

En el vaivén de las olas, una relación humana puede naufragar con tan solo una palabra errónea, o haber leído o interpretado mal una palabra u oración, abriendo un abismo de oscuridad sin límites.

El lenguaje, ese instrumento de gracia y destrucción, puede construir puentes hacia el amor más profundo o erigir murallas que separan corazones.

En el vaivén de la vida, a menudo descubrimos la profundidad de nuestro amor cuando nos enfrentamos al deseo de partir y nos encontramos incapaces de hacerlo.

Es una amalgama, una alquimia de emociones que nos envuelve en su misterio y nos hace cuestionar nuestros propios límites.

El amor, ese sentimiento que nos conecta en lo más profundo de nuestra vulnerabilidad, requiere que nos abramos y nos volvamos receptivos.

Es en nuestra suavidad, en nuestra disposición a ser vulnerables, donde encontramos la verdadera esencia del amor.

La existencia está llena de maravillas, desde los gloriosos atardeceres hasta el eterno batir de las olas, desde la vastedad del mar hasta la melodía de la música que nos eleva.

Pero quizás lo más mágico de todo son las personas, aquellas que piensan en nosotros en lugares donde nuestra presencia física no se encuentra.

Es cierto Emperador, que hay quienes nunca entenderán la complejidad de nuestra historia, ni habrá razón alguna para comprender la dedicamos para seguir cultivando a pesar de que nos rebase la razón. 

En medio del caos, encuentro la verdadera confianza, una confianza que no teme al desorden, sino que lo abraza y lo transforma en algo nuevo y bello.

Que sé, que nos destruirá de la manera más exquisita posible, y cuando se haya ido, entenderemos por qué Benedetti dijo mencionó el porqué los huracanes llevan nombres de personas.

Y así, en medio de la oscuridad más profunda, es donde muchos de nosotros encontramos nuestra luz, tú y yo, ahí encontramos la nuestra, dentro de un imperio sublime de la oscuridad. 

Todos merecemos ser vistos, no solo superficialmente, sino de manera profunda y auténtica.

Merecemos cuidado, deseo, atención y comprensión.

Merecemos palabras y gestos que nos hagan sentir valorados y amados, que nos impulsen hacia adelante en los momentos difíciles y que celebren nuestras victorias con nosotros. 

Quédate conmigo hoy mi Emperador Supremo en Demasía, déjame mostrarte el origen de todos los poemas en una sola jornada, donde cada instante sea un verso de nuestra historia compartida y dónde la felicidad se revela en su plenitud cuando la vida nos prepara para soltar aquello que más amamos, pero que no estoy dispuesta a soltar. 

Me conmueve hablar con personas que han enfrentado la adversidad, que han conocido la oscuridad y aun así continúan brillando con una luz interna inquebrantable.

Admiro la elegancia de extrañar sin mostrarlo, de amar tanto en silencio mientras mantenemos nuestra dignidad intacta.

La lluvia cae sin cesar, un telón tupido y gris envuelve tu mundo exterior en una danza interminable de gotas. 

Césped verde, arquitectura gótica y aquí, desde la distancia, contemplo tu lluvia a través de la pantalla, un escenario poblado en mi imaginación por monstruos y gárgolas, donde cada gota, al chocar con el suelo y desvanecerse, parece llevar consigo un eco lejano de tu presencia.

Me compartiste un video de esa lluvia, como si quisieras que compartiera y sintiera el frío, la humedad, la atmósfera mística que te rodeaba durante esos trece segundos.

Cada gota capturada en ese breve instante parece contener un fragmento de tu esencia, como si fuera un reflejo de tu alma en movimiento, el cual percibo mediante la forma en que mueves tu celular para captar tal momento. 

En la oscuridad de esta madrugada, a kilómetros de distancia, mi anhelo por ti crece con cada gota que cae.

Observo los trece segundos una y otra vez, tratando de comprender por qué elegiste compartir conmigo ese momento tan tuyo.

Oigo a la distancia tu respiración, siento la vibración de tu ser en cada fotograma, y desearía ser espacio para habitar ese mismo instante contigo.

En ese lugar bello y sombrío, donde la lluvia cae sin cesar, donde encuentro una conexión más profunda contigo.

No deseo que me hagas falta, porque no puedo tenerte cerca, pero es lo que es. 

No permitas que la duda y la sospecha entorpezcan el fluir de nuestro vínculo, mensaje de la galleta de la fortuna que me dice olvida y vive. 

Espero que la razón entre en congruencia en los próximos días, ¿acaso ocho semanas son suficientes para amar?

No lo sé, pero en ese tiempo se pueden reunir todas las palabras de amor del mundo y consumirlas como un incendio fulminante y avasallador, dejando solo el silencio, donde residen los verdaderos sentimientos, nuestro silencio. 

Entre las palabras no dichas y los gestos que lo dicen todo, te he expresado mi amor de la manera más auténtica y sin filtros, semana a semana entregándote todo el amor del tiempo.

Eres el tesoro más preciado que ha llegado a mi vida, y no cambiaría nuestra conexión por nada en este mundo.

Desde que te encontré, supe que eras todo lo que había buscado durante tanto tiempo.

Me enamoré de ti como si fuera la primera vez, como si cada momento juntos fuera un nuevo comienzo, una experiencia única e irrepetible. 

No te quiero solo en los días soleados, sino también bajo la lluvia, en un paisaje oscuro y sombrío, porque contigo cada instante cobra un significado especial.

El amor verdadero no se elige, no se busca, simplemente llega y se queda.

No importa cuánto intentemos resistirnos, el corazón sabe lo que quiere y con quién desea estar. Y en este juego del amor, tú eres mi mejor jugada, la elección más acertada que he hecho.

Alguien me dijo ayer que me veía triste, respondí que la tristeza es mi compañera constante, solo que ayer no tuve la energía para disimularla, fue un día raro, amanecí necesitando cosas, amanecí emocional, amanecí mujer y extrañándote.

Quien no teme estar solo posee un poder extraordinario, pues no se conforma con menos de lo que merece.

La compañía se convierte en una elección, no en una necesidad, y se vuelve exigente en la calidad de nuestras relaciones. 

No he dejado de pensar en ti, desearía poder expresarlo correctamente, desearía poder decirte cuánto desearía tenerte a mi lado en este momento.

Aunque han pasado muchos días desde que nos vimos, no es la distancia lo que me aflige, sino que a pesar de la los kilómetros que nos separan, lo que verdaderamente preocupa a mi corazón, es sentirte extremadamente cerca y dentro de mí. 

Porque, de repente, apareciste, un alguien que no solo dice amarte, sino que lo demuestra en la distancia y en la circunstancia.

Llega para construir un lenguaje contigo, incluso si no se dedica a escribir, simplemente lo construye de tu mano, porque es contigo.

Llega sin necesidad de cambiar nada en ti, aceptándote tal como eres, y comprendiendo que este encuentro es un reencuentro de almas que se reconocen desde hace tiempo.

En el suave vaivén del oleaje, sí, una relación humana donde cada momento es una oda a nuestra conexión única, una profunda dicha, una felicidad que solo se alcanza cuando la vida se prepara para arrebatarnos algo preciado. 

Me aceptas con todas mis cicatrices y cargas emocionales, y en medio de una simple mirada o una conversación, descubro que nos conocemos de una vida anterior.

Entre las vidas que transitamos, te he susurrado al oído y a la distancia: 

"Te más mucho", sabiendo que en nuestro particular idioma, eso significa mucho más que un simple "te quiero", abarca el todo del amor, de un amor auténtico y profundo, el nuestro.

Una semana, en la distancia, donde he recopilado todo el amor del tiempo y te lo he entregado sin reservas, para que decidas qué hacer con él: guardarlo en lo más profundo de tu ser, acariciarlo con ternura o descartarlo como una hoja al viento. 

Una semana donde he reflexionado sobre nuestro destino en la oscuridad.

En las vastas extensiones del corazón humano, encontramos una fuerza singular en aquellos que han aprendido a encontrar consuelo en la soledad.

En la quietud de su propio ser, descubren un poder inquebrantable que los eleva por encima de las turbulencias de la vida.

En este mundo lleno de ruidos y distracciones, la capacidad de estar cómodo en la propia compañía es un tesoro invaluable.

Aquellos que han dominado este arte no se conforman con menos de lo que merecen.

Para ellos, los valores no son meros objetos de negociación, sino principios inamovibles que guían cada paso que dan.

La compañía, lejos de ser una necesidad desesperada, se convierte en una opción consciente y que se atesora cuando sucede. 

En este espacio de autocontemplación, se forja una fuerza indomable que trasciende las limitaciones del tiempo y el espacio.

En la distancia, el amor puede encontrar un terreno fértil para florecer. Aunque separados por kilómetros, los corazones unidos por un lazo indeleble continúan latiendo al unísono.

Es en este espacio entre los suspiros, donde el amor crece y se fortalece, desafiando todas las adversidades que el destino pueda presentar.

Así, en medio de la distancia y la separación física, mi Emperador Supremo en Demasía, encontramos un amor que desafía las convenciones y trasciende las barreras.

Es un amor que florece en soledad y se eleva por encima de las vicisitudes de la vida.

En esta fortaleza encontramos la verdadera esencia del amor, una fuerza que une corazones, incluso está nada, que es nuestro todo. 

En el silencio.  En nuestro lenguaje.  En nuestro Imperio Supremo de la Oscuridad.  Donde tu eres. Donde yo soy.  En donde existimos, donde nos habitamos. En trece segundos de lluvia.  En un Te más.  Mucho.
Ana Laura Martínez

Reconocida escritora, artista conceptual y oradora de TED Talks, se destaca como fundadora de la comunidad global literaria "Ana Laura Libros" y del innovador proyecto "ATELIER". En este laboratorio mexicano, fusiona sus habilidades artísticas y literarias para transformar emociones en procesos artísticos. A través de su incursión autodidacta, Ana Laura ha ampliado su enfoque, sumando el título de ARTISTA CONCEPTUAL a su faceta de ESCRITORA. Su creatividad se manifiesta en proyectos como Deconstrucciones Decorativas, Maison Tables, Denim Statements, Caligraphy Art, 28x21 Arte, Editorial ALL, Ingeniería To Go y Letras al Vacío Salinas, reflejando la diversidad de su talento en el mundo artístico y literario.