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Una verdadera burla: juez resuelve a favor de Yasmín Esquivel

Asegura que sí es autora de su tesis y no hay ningún plagio, del que fue acusada... así las cosas en México mágico.

A pesar de que el plagio fue evidente debido a errores de fechas, escritos idénticos y el autor original, la jueza María Magdalena Malpica Cervantes.

El equipo de abogdos de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la NaciónYasmín Esquivel Mossa, informaron que un juez declaró que judicialmente la tesis titulada “Inoperancia de los Sindicatos de los Trabajadores de Confianza del Artículo 123 Aparatado A”, es de la autoría de la ministra.

Durante una conferencia de prensa, los abogados Alejandro Romano Rascón, Eduardo Andrade Sánchez y José Monroy Zorrivas señalaron que la decisión del juez es inapelable.

Además, la jueza María Magdalena Malpica Cervantes, dijo de manera firme, que Yasmín Esquivel es la autora de su tesis de licenciatura presentada en la UNAM en 1987 para titularse como licenciada en Derecho.

“Las pruebas presentadas por su defensa para acreditar que fue la autora consistieron en dictámenes en materia de documentoscopía, grafoscopía, análisis de lingüística y hermenéutica, entre otras. Tras un proceso judicial basado primordialmente en derechos de autor, en el que se valoraron y desahogaron dichas pruebas, se obtuvo sentencia firme que concluye que la ministra Yasmín Esquivel Mossa es la autora de la tesis ‘Inoperancia de los Sindicatos de los Trabajadores de Confianza del Artículo 123, Aparatado A”, explicó el abogado Alejandro Romano.

Los abogados señalaron que esta declaración judicial determina que Yasmín Esquivel "es la legítima titular de los derechos morales y patrimoniales de su tesis de licenciatura".

Al respecto, casualmente la UNAM conmemora hoy el Día Mundial Contra la Falsificación y la Piratería, qué ironía

Qué cinismo y qué pena que la ministra sea parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Máximo Tribunal Constitucional del país que se supone, debe se contar con personas incorruptibles... pero eso solo sucede en un mundo de caramelo.

Pobre México