El legado del Ingeniero Benito Bucay Faradji

Lo que más destacó del legado de Benito Bucay durante su vida, además de haber sido un extraordinario químico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es que fue Director de Industrias Resistol, donde realizó varias innovaciones industriales y llevó a México en ese ámbito a tener gran reconocimiento, hasta la fecha.

Tuve el honor de platicar con Benito Bucay en sus oficinas de avenida Reforma hasta el año 2008, ya que como siempre pasa con los seres humanos, creemos que los grandes hombres son inalcanzables, pero me recibió muy amablemente y charlamos durante más de 2 horas.

Me platicó varias historias de la familia Bucay, incluyendo la relación que tenemos directa con el psicólogo y escritor Jorge Bucay por parte de su madre que emigró a Argentina.

También me comentó en esa reunión mi primo Benito que lo llamaban para formar parte de patronatos de instituciones de muy alta gama, incluyendo el de la misma Facultad de Química de la UNAM, el del Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmacéutica de esa época, y el del Hospital ABC de la Ciudad de México, obviamente por su capacidad para emitir recomendaciones, consejos, críticas y hasta juicios.

Después de esa reunión nos escribimos varios correos electrónicos y le envié un artículo sobre enfermedad de Parkinson que publiqué en la revista Annals of the New York Academy of Sciences, la cual el admiraba por su respetabilidad científica.

De lo que más me enorgullecí de escuchar las anécdotas de Benito Bucay, fue que conoció personalmente al Ingeniero Mario Molina, nuestro Premio Nobel de Química, y que se admiraban mutuamente.

Nota agregada: Recomiendo la lectura del artículo sobre el homenaje que la UNAM le rindió a Benito Bucay publicado en la Gaceta de la Facultad de Química, número 58, de Diciembre-Enero del 2010 que se encuentra en internet.