La pudrición
Estados Unidos aprieta para exhibir a México como un Estado fallido, tomado por el narcoterrorismo, donde el gobierno no tiene control sobre el territorio, infiltrado por la delincuencia, incapaz de aplicar la ley, inepto y corrupto.
Trump, su gobierno, Congreso y medios de comunicación en Washington cierran la pinza:
“La Presidenta Sheinbaum le tiene miedo a los cárteles”.
“No está cooperando con Trump”.
“¿De qué soberanía habla cuando “usted” no dirige a su propio país?”
Luego, la “Lista Marco” elaborada en la oficina del Secretario de Estado Norteamericano con información de la CIA, el FBI y la DEA donde una decena de gobernadores de Morena, secretarios de Estado, diputados y senadores de ese partido son mencionados por tener vínculos con el crimen organizado.
Los norteamericanos dan otra vuelta a la tuerca: cancelan la visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila y ponen en la sala de espera a otros funcionarios de la 4T.
Washington ahorca más: Exhibe en un mapa la red de tráfico de combustible ilegal en la frontera norte con la complicidad de Pemex, carteles, aduanas, funcionarios y empresarios.
Cierra la frontera a la exportación de ganado, amenazan con aplicar impuestos a las remesas, adelantan la revisión del T-MEC.
¿Qué falta? Que Estados Unidos clasifique a Morena como un cártel.
Que denuncie el secuestro de México por un grupo político delincuencial que se sostiene en el poder con la colaboración y financiamiento de los capos.
La entrega de 17 familiares de Ovidio Guzmán al gobierno de Estados Unidos se hizo al margen de las autoridades mexicanas.
Una prueba más, y tal vez la más sintomática, de que Washington ya actúa de manera unilateral para “hacerse cargo” de los grupos criminales y de que no hay colaboración por la simple razón de que los norteamericanos no confían en la 4T.
La corrupción del régimen exhibida desde Estados Unidos comienza a desestabilizar a Sheinbaum.
Ha perdido poder y seguridad en sí misma.
Ya se le agotó la trillada narrativa de la defensa de la soberanía, culpar a los neoliberales cae en el vacío, entra en contradicciones, comete el error de aparecer desinformada –o de estarlo– y de sostener hasta el absurdo la mentira.
La fotografía que bajó La Jornada de la plataforma digital de la Embajada de Estados Unidos donde aparecen agentes aduanales de EU en un carro militar en Sinaloa para desmantelar laboratorios de fentanilo provocó un cisma en Palacio Nacional y mostró a una Presidenta atacada desde adentro del sistema morenista.
Mientras ella decía que la imagen era falsa, el periódico –“vocero” del régimen– validaba la información.
La fotografía desmentía y contradecía a Sheinbaum: “Eres una mentirosa, Estados Unidos ya tiene un pie militar dentro de México”.
El Ejército Mexicano juró lealtad a la Presidenta Sheinbaum en la conmemoración de la Columna de la Lealtad.
Una ceremonia para decirle, entre líneas, que las fuerzas armadas no permitirán que sea derrocada.
- ¿Quién la quiere derrocar?
- ¿Estados Unidos o su propio partido cuyo jefe político dejó un pantano donde él mismo y su herencia política se hunden cada vez más?