La Srita. Chiu

Dr. Morales DETONA® Hay personas emblemáticas, quienes a lo largo de nuestra vida laboral, tanto en la infancia como ya una vez de adultos y en un trabajo remunerado o no (a veces somos voluntarios honoríficos), dejan en nosotros y en nuestra memoria una huella imborrable.
https://vimeo.com/1091444957

Tal es el caso de Don Vicente Ortíz, connotado zapatero de la colonia independencia, quien le hacía competencia a Don Ramón Cerda mi abuelo adorado, también zapatero, competían laboralmente con muy buenos resultados; yo, entre los 08 y los 12 años de edad, participaba de manera muy activa en el proceso de trabajo echándome un costal de zapatos en el lomo, para llevarlos 4 o 5 cuadras a que, en una máquina los cosieran de las suelas mediante agujas muy gruesas, firmes y que enérgicamente perforaban las suelas y las fijaban al forro del zapato. 

Me pagaban cinco centavos por cada par de zapatos y podía llevar hasta 20 pares de zapatos en cada vuelta, entre 10 y 15 kgs en cada vuelta y a veces entre 50 y 100 pares diarios, les ayudaba a los 2 a Don Vicente y a Don Ramón; entre esos ingresos y los de mi labor de monaguillo y como representante diplomático, con el Padre José Ochoa, de quince centavos por cada misa ayudada, treinta centavos si era de 3 padres, tenía ingresos que me convertían en una carga muy livianita para la familia.

Sin embargo, quien me marcó de por vida fue una anécdota que me platicó la Srita. Chiu, Jefa de enfermeras en varios hospitales del IMSS del área metropolitana de Monterrey, la Señorita Chiu es una persona de mucho respeto profesional, personal y humano, que me tenía especial aprecio y respeto por mi trato con las personas y me lo comunicó en varias ocasiones, muy simpática la Señorita Chiu. 

Por ahí de finales de los 80 le comuniqué a mi entorno en el IMSS, que la directora de la unidad 22 de psiquiatría me quería como internista en el hospital que ella atinadamente dirigía, hubo opiniones en pro y en contra, como las consabidas "pues ahí es donde mereces estar y que no te vayan a dar de alta". 

Cuando la Señorita Chiu se enteró, se me presentó enfrente y me dice "déjeme platicarle Doctor, después Usted sabe lo que hace".

Mi primer día laboral después de la graduación con honores de la escuela de enfermería, fue en la unidad de psiquiatría de Camelo, llegué  con mi uniforme blanco, inmaculado y me encontraba frente a la estación de enfermería esperando indicaciones de la jefa, cuando se presenta frente a mí una paciente muy bonita, muy bonita, obviamente acababa de levantarse de su cama, con el cabello aún enmarañado, revuelto, su cara reflejaba aspecto festivo, alegre, en espera de algún evento relevante, de celebración; rápida, en voz alta, enérgica y claramente, la paciente le espetó

"Señorita: ¿Ya corroboró Usted que toda la corte está enterada de la invitación que el Rey nos hizo para asistir el día de hoy a un banquete y baile en el palacio Real, con motivo de su onomástico? De seguro mi aspecto facial cambió de asombro, a confusión y de plano a risa explícita. La expresión de la paciente pasó de afabilidad, amabilidad y bondad a otra de ira, odio y necesidad de derramar sangre, diciendo en voz alta "¿De qué te ríes jija de toda tu #&%@÷=&$ y rebombeta madre?". 

Y la correteada que me puso por toda la unidad todavía  no me la puedo quitar de encima, solicité de inmediato mi cambio al área de pediatría de cualquier unidad, donde estuve 4 años hasta aprobar el curso de jefatura de enfermería y heme aquí. 

De aquí para adelante, usted sabe lo que hace. 

Me ayudó mucho su plática y me apoyó para entender la dinámica de médicos, enfermería, personal de apoyo y administrativo del hospital y pacientes. 

Agradezco su atención, abrazo a Todos.
https://vimeo.com/1089261994
https://vimeo.com/1015118818
Dr. Morales

Médico Internista desde 1979 hasta la actualidad, jubilado, dedicado a la investigación clínica, aficionado pasionalmente a la Salud y sucedáneos, el Rock and roll y el Foot Ball americano.