Los demonios del poder andan sueltos y recorren México
Su acción se dirige con especial fuerza hacia los débiles, y también hacia aquellos que se creen inmunes: a estos hay que tentarlos, pervertirlos.
Cumplida su misión —perversa, pero curiosamente entretenida— los demonios del poder regresan a sus refugios, cargando pruebas: testimonios, videos, audios, chats de WhatsApp, álbumes fotográficos e incluso acceso a la nube de sus “triunfos”.
Los demonios del poder
Son muchos.
Sus nombres son tan antiguos como sus efectos.
Algunos de los más activos hoy en México:
Belial: simboliza el abuso del poder.
En la demonología, es el demonio de la mentira, la corrupción y la manipulación.
Habita en gobernantes corruptos y sistemas judiciales injustos.
Gouman: representa la soberbia, encarnada en inquisidores y acusadores arrogantes.
Se manifiesta en el ejercicio autoritario, la falta de humildad y la ceguera de quien cree tener siempre la razón.
Aamon y Lyssa: representan la ira y la furia.
La ira que destruye la prudencia, que domina a gobernantes impulsivos y peligrosos, cuyas decisiones arrebatadas afectan a toda una nación.
Estos demonios operan sobre personas y sociedades.
En su presencia, surgen fenómenos como:
Ataque demoníaco: daño físico, emocional o espiritual dirigido a opositores o ciudadanos incómodos.
Posesión: control mental o parcial sobre ciudadanos convertidos en fanáticos y serviles.
Vejación: daños patrimoniales, hostigamiento judicial, ruina económica.
Opresión: persecución legal y mediática, marginación y miedo.
Influencia sutil: manipulación de emociones y conductas, alienación y pérdida de sentido crítico.
Los demonios atacan
1. A la ciudadanía
El caso de Karla María Estrella, una ama de casa, sancionada por el TEPJF tras criticar en redes sociales a una diputada del PT, es ilustrativo.
Se le impuso multa, disculpa pública por 30 días, curso de género, lectura obligatoria y su inscripción en el Registro de Personas Sancionadas del INE.
2. Al disenso
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, presentó una denuncia contra un ciudadano que lo insultó en un aeropuerto.
El caso se resolvió con una disculpa pública transmitida en vivo desde la oficina del Senado.
¿Es esto proporcional?
3. A los medios de comunicación
En Campeche, una jueza ordenó que el periodista Jorge González Valdez no pudiera opinar ni publicar sobre la gobernadora Layda Sansores sin supervisión judicial.
Incluso se le asignó un "censor oficial" para revisar su trabajo, bajo vigilancia de la autoridad.
Según Artículo 19, en los últimos 18 meses al menos 27 periodistas han sido víctimas de censura y acoso judicial por críticas a funcionarios de Morena.
Eso es un caso de censura cada tres semanas.
Casos recientes de censura y persecución:
- Mauricio Olguín (Sonora)
- Celia del Palacio Montiel (Veracruz)
- Jorge Luis González (Campeche)
- Héctor de Mauleón (CDMX)
- Rubí Soriano (Puebla)
- El Universal, Al Calor Político, Ángel Camarillo, entre otros.
Se acusa a estos periodistas de “violencia política en razón de género” o “difamación” por el simple hecho de informar o criticar.
El arma del poder es la judicialización del disenso.
Voces contra la censura
Organizaciones, académicos, periodistas y ciudadanos advierten del peligro que representa esta ofensiva contra la libertad de expresión.
Se denuncia la autocensura provocada por el miedo a represalias.
Todo intento de silenciar la crítica debilita a la democracia.
Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su preocupación:
¿Es posible un exorcismo del poder?
El exorcismo —la expulsión de los demonios— se vuelve necesario cuando el abuso es la regla y no la excepción.
La cura no está en lo sobrenatural, sino en la participación ciudadana, la solidaridad, la transparencia, el libertarismo y la humanidad.
La debilidad de los demonios es su vulnerabilidad a la conciencia crítica del pueblo.
Mi esperanza
Algún día, los pueblos del mundo dejarán de amenazarse unos a otros y aprenderán a comunicarse, reconociendo la humanidad en todos.
Solo entonces podrá nacer un mundo más pacífico y justo.
“Queda un largo camino por recorrer hacia ese futuro.”
Posdata jurídica
Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión (CIDH)
Principio 10:
“Las leyes de privacidad no deben inhibir ni restringir la difusión de información de interés público. Las sanciones por daño a la reputación solo deben ser civiles. Y cuando la persona sea un funcionario público, debe probarse intención de dañar, negligencia manifiesta o conocimiento de falsedad.”