Halloween: La Noche Final - Halloween Ends / EUA, 2021
Con Halloween: La Noche Final, nada más por el puro título se puede presuponer que ya se va a terminar, ahora sí, la pesadilla imparable que es Michael Myers y su perpetuo asecho a Laurie Stroud (Jamie Lee Curtis).
En teoría, todo ha terminado luego de la masacre de Halloween de 2018, y lo que queda cuatro años después es tratar de buscar una paz interna luego de que Michael Myers desaparece sin rastro alguno... todo mundo feliz, ahora que el recuerdo del Coco es eso, un recuerdo a explotar en Halloween y que los sobrevivientes sufran sus traumas.
Excepto que a lo mejor hay un nuevo comienzo con una nueva figura que cierne la amenaza de muerte sobre Haddonfield, precisamente esta noche de Halloween.
El giro muy abrupto que se cierne, es sobre el que crea que la película va a comenzar con ríos de sangre, como aconteció en Halloween: La Noche Aún no Termina (2021), ahora es más como se describe: el intento de un despertar del pueblo hacia algo de paz.
Pero Michael ahí sigue y su plan sigue siendo Laurie.
El director David Gordon Green sigue al pie del cañón, obsesionado con mostrar las facetas revisionistas del género de terror a como dicta Hollywood en estos años.
Los malos no son malos, siempre hay una razón de su lado oscuro, y son factores externos que los vuelcan a convertirse hasta en asesinos, y hay que entender y comprender que destripar a víctimas inocentes no es comparable con el infierno que han vivido.
Y así se la pasa el guión de Paul Brad Logan, planteando todo un diplomado de teorías del origen del mal, mientras tanto Laurie sufre al ver a su nieta Allyson (Andi Matichak) seguir inmersa en la pesadilla y la realidad que ambas no dejan de ser vistas como fenómenos.
Todo esto carece de profundidad o seriedad alguna cuando nos recuerdan que el chiste es ver sangre: Michael matando gente y esta instancia, como prevalecía en las películas clásicas de los 80s, de que las víctimas son tontos, abusivos, despreocupados, de esos que uno decía en ese momento “¿a qué horas los matan?"
Uno ya es viejo al aceptar que ha visto las tres versiones de Halloween en sus estrenos, ajustadas y desajustadas: la que arrancó en 1997 y la segunda película del 2012 donde el personaje de Jamie Lee Curtis muere, según porque la artista ya no quería interpretar a Laurie Stroud... y ahora ésta.
Esta versión quiere ser noble y preocupada por sus torturados personajes y quiere darles paz a los personajes de una vez por todas y que culmine el deseo de que todo termine.
Lo que antes provocaba miedo, ahora es un recuerdo con el que ya se llegó a una paz incómoda y sólo es algo “dejado ahí”, quitado de la pena sobre una mesa sin pena ni gloria.
No me gustó esa amenaza, peor que Michael con cuchillo en mano, ya fundada y expresada por los productores de que "el mal no muere, sólo cambia de forma".
Obvio lo que sigue es darle una nueva forma al siguiente en la lista, a Jason Vorhees machete en mano y espero próximamente "Viernes 13, la nueva generación del mal".