Sin Ataduras

Jesús Helguera: pintor del nacionalismo

Agustín Gutiérrez Canet DETONA sobre la leyenda de los cromos... en el quiosco más antiguo y tradicional de la CDMX: La Chulita.
PRESIONA YEscucha

Cuando no había internet ni Google, los puestos de periódicos solo vendían diarios y revistas, pero hoy se han convertido en tienditas de refrescos, cigarros o dulces para sobrevivir los desafiantes tiempos de la era electrónica.

El quiosco más antiguo y tradicional de la Ciudad de México, llamado La Chulita, abierto en 1919 por doña Luz Fuentes, sigue ahí en la esquina de Tacuba y Filomeno Mata, bajo la sombra del Palacio de Minería.

A poco más de cien años de vida, el puesto casi ya no es expendio de periódicos pero continúa vendiendo calendarios ilustrados por el célebre pintor de héroes y volcanes, Jesús Helguera, entre otros.

¿Quién no recuerda el cromo de La Malinche y de Hernán Cortés montados en majestuoso caballo blanco, entre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl?

O el retrato de Miguel Hidalgo, en una mano el pendón de la Virgen de Guadalupe y con la otra alzada, en ademán de arengar al pueblo, se convirtió en símbolo de la Independencia nacional en los billetes conmemorativos del Bicentenario.

Ahí en su puesto, ante la mirada de El Caballito, conversé con don Mauro Fuentes Espinoza, descendiente de la fundadora e hijo de Arturo López Aguilar.

“Como no estaban casados mis padres, por eso me dieron los apellidos de mi abuelo”, aclaró el entrevistado.

“Mi papá, Arturo López Aguilar, fue quien estableció la venta de calendarios a nivel individual, a partir de 1939”, dijo.

“Se publicaban mucho estos calendarios de Helguera, muy nacionalistas, en la época de Lázaro Cárdenas”.

-¿Conoció a Helguera?, pregunté.

- "Sí, él cobraba muy baratos los calendarios", respondió.

- “Hacía la pintura y daba los derechos (de reproducción) por $50”.

En la conversación, terció un impertinente recién llegado, conocido de don Mauro, quien comentó con sorna: “Hay mucho loco ahora con tanto esmog”, pero él siguió de buen humor contando la historia del pintor de cromos:

“Los primeros calendarios de Helguera fueron impresos por La Enseñanza Objetiva, allá por la Ciudadela, el primer taller que trajo offset a México, ahí trabajó, y después Helguera trabajó con Galas de México y con otras compañías como, por ejemplo, Cervecería Modelo, Cervecería Cuauhtémoc, Cigarrera La Moderna, Cigarrera El Águila. Son las más antiguas, ya desaparecieron algunas”.

Tocado con sombrero de palma, de saco y corbata, grandes lentes de aumento, boca grande y mandíbula prognata, con voz ronca, respondió a mi pregunta:

“Sí. Los calendarios de Helguera se siguen vendiendo. Los jóvenes se los tatúan, como el Caballero Águila, o en su camioneta ponen la leyenda de Los Volcanes”…

El impertinente volvió a interrumpir a don Mauro y ya molesto le advirtió: “No te compro nada”, y mi amigo dio por terminada la amena charla por culpa del terco.

Mientras, al pie de la Torre Latinoamericana, en la calle Madero, se exhibe “La leyenda de los cromos”, colección proveniente de la Imprenta Galas de México, fundada en 1933 por el empresario español Santiago Galas Arce, hoy propiedad del Grupo Carso.

El Museo Soumaya, Fundación Carlos Slim difunden el patrimonio artístico industrial de la imprenta.

Atractiva exposición donde se pueden admirar reproducciones de Jesús de la Helguera (Chihuahua, 1910-Ciudad de México, 1971) y de otros notables ilustradores que, a través de los populares calendarios, enriquecieron la imagen nacionalista del pueblo mexicano a mediados del siglo XX. 

Detona este artículo publicado por Milenio, con autorización de su autor.
Agustín Gutiérrez Canet

Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002).