La deontología del periodismo

Cada una de las colaboraciones, en los impresos o digitales, no están sesgados. El planteamiento con la verdad es integridad...

Pasamos al banquillo de los profesionistas. La serie de preguntas abiertas resultan un reto a la serenidad y la congruencia. Las jóvenes estudiantes de la carrera de comunicación no se andan con rodeos.

La ética, el éxito y la profesión, entendidas desde el punto de vista del compromiso social con la verdad.

Amparado en el recurso de la vocación, al símil con el juramento de los médicos, me declaré outsider en el sentido pleno de la palabra.

Conozco a muchos de los jefes de comunicación de los municipios. También en el gobierno del estado y de algunas compañías de la iniciativa privada.

En los partidos políticos, a los presidentes estatales les hacen llegar todos los días la síntesis.

Guardamos siempre, distancia considerable. Atendemos sus llamadas con cortesía. Escuchamos sus réplicas, pero jamás, nunca, nos seduce la idea de un líder mesiánico.

Cada una de las colaboraciones, en los impresos o digitales, no están sesgados. El planteamiento con la verdad es integridad. Los besamanos, los regalos o los cañonazos de 50 mil no han llegado, pero tampoco son necesarios.

Ese es el compromiso del periodista. No tentar la suerte. Jamás el éxito. Colorear nuestra aldea es darle voz a quienes nos leen.

Podemos hacer Gonzo periodismo, sin la necesidad de experimentar el camino ya recorrido de los excesos.

Los 10 mandamientos hebreos no están de más. Nuestro oficio esta lleno de tentaciones, pero no es el único.

Eso lo saben los de recursos humanos, los inspectores de alcoholes, los artistas y hasta los ermitaños del poder.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.