Del Coneval al INEGI: una transición para volver a empezar
Cuenta con experiencia profesional y académica en materia de desarrollo económico y social, derechos humanos, participación ciudadana y democracia.
RMO:
Que tal Cesar Arenas, bienvenido a DETONA, de acuerdo a la iniciativa del Poder Ejecutivo, el congreso federal aprobó la desaparición del CONEVAL, organismo autónomo que venía haciendo las métricas y análisis de los problemas de la pobreza, cuya labor la hará ahora el INEGI.
¿Qué nos puedes platicar?
CA:
Con la publicación del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Desarrollo Social, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y de la Ley General de Contabilidad Gubernamental (Diario Oficial de la Federación, 16 de julio de 2025), no sólo se formaliza la extinción del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sino también una forma de comprender y analizar los problemas vinculados con la pobreza en México.
RMO:
Tengo entendido que esta transición empezó hace años. ¿verdad?
CA:
La transición del Coneval al INEGI inició con la reforma del artículo 26, apartado B, de la Constitución Política en diciembre de 2024, aunque en realidad ocurrió 6 años antes.
Como sea, desde ahora corresponderá al INEGI medir la pobreza, evaluar la política de desarrollo social y emitir recomendaciones en la materia.
A primera vista, no se trata de un vacío sino de un cambio institucional.
RMO:
Esto quiere decir que los objetivos y facultades del Coneval, no desaparecen.
Explícanos, ¿qué sucede?
CA:
Para cumplir su nuevo mandato, el INEGI recibe la mayoría de las facultades del extinto Coneval, por lo que deberá adoptar criterios y metodologías para la evaluación, presentación de informes, intercambiar información, conducir la vinculación interinstitucional y realizar de estudios e investigaciones, entre otras.
En este sentido, como lo señala la reformada LGDS (artículo 81), esto supondría una continuación más que un cambio de modelo.
RMO:
La desaparición del Coneval es entonces solo quien será la institución que hará ese trabajo. ¿correcto?
CA:
Si lo que parece es lo que es, entonces el INEGI tendrá un proceso respaldado por las prácticas y experiencias generadas desde el Coneval.
En este sentido, la transición del Coneval al INEGI no significa un nuevo comienzo sino volver a comenzar.
RMO:
Sigo sin entender, por que desaparecer el Coneval y pasar las mismas facultades al INEGI. ¿Qué información tienes?
CS:
Lo explico, la oportunidad de andar nuevamente por un camino supondría cambios sustanciales que justifiquen que la extinción del Coneval tuvo razones más allá de las críticas al diseño funcional-administrativo.
Esto nos llevaría a dirigir el análisis hacia los problemas de la calidad y el tipo de información que tendrían que usar los tomadores de decisiones para avanzar hacia una comprensión integral del progreso económico y el bienestar social.
RMO:
El volver a empezar esta dirigido a una cuestión de fondo, ¿verdad?
CA:
Si lo que se busca es una transformación de fondo, entonces es oportuno volver a empezar con la discusión a partir de las recomendaciones de la Comisión sobre la Medición del Desarrollo Económico y del Progreso Social, la cual fue creada a instancia del presidente Nicolas Sarkozy en el curso de la crisis financiera de 2007-2009, como una forma de comprender aquél debacle económica, pero sobre todo para repensar nuevas formas de gestionar el bienestar.
En ella participaron tres de los más prestigiados economistas: Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Jean-Paul Fitoussi.
RMO:
Esto quiere decir que hay argumentos conceptuales que acreditan este cambio.
CA:
Afirmativo.
Desde aquél entonces, uno de los principales hallazgos de Stiglitz, Sen y Fitoussi, era precisamente que se debía transitar a un sistema estadístico centrado más en la medición del bienestar que el de producción económica.
Y para ello, resultaba necesario discutir una nueva forma de “concebir, aplicar y evaluar las políticas destinadas a aumentar el bienestar y a fomentar el progreso social”, lo que implica consecuentemente crear indicadores, generar información y nuevas estadísticas.
RMO:
El tema es digno de una intensa y seria discusión de como evaluar la pobreza, la política social y la economía. El INEGI promoverá esta interacción.
CS:
Ante el riesgo de una lenta o fracasada transición, este cambio no puede desaprovechar la oportunidad para discutir con todos los actores públicos, sociales y académicos los nuevos objetivos del INEGI en materia de pobreza y evaluación de la política social, y con ello, dotar a la nueva institucionalidad de una nueva sustancia estadística, en un país donde la mitad de la población sigue siendo pobre y la desigualdad económica crece sin límites.