Fallece el empresario regiomontano, Jorge Humberto Herrera Gutiérrez
Rodeado de sus seres queridos, falleció hoy a las 8:30 de la mañana el empresario regiomontano Jorge Humberto Herrera Gutiérrez, a la edad de 83 años debido a complicaciones cardiacas.
Era un guitarrista extraordinario.
"Tenía dedos de oro, compuso canciones hermosas que mucha gente ha escuchado.
Su talento musical era inigualable y de su don de gente fuimos testigos y beneficiarios muchísimas personas a quienes nos honró con su amistad.
Estaba considerado como un consumado cantautor que fue reconocido en diversas ocasiones con conciertos homenajes del Tec de Monterrey, el Club Industrial y otras instituciones de índole empresarial y educativo", dijo a DETONA, Sonya Garza Rapport de Santos, amiga con su esposo Ernesto Santos Zambrano, de la familia de Jorge Humberto.
Era el amigo que todos quisiéramos tener.
Fue el alma de todas las fiestas porque además cocinaba paella como pocos, apoyado por su infaltable brazo derecho y asistente, Juanito.
Le sobreviven, su esposa, Magdalena Garza Alatorre de Herrera, sus seis hijas, Magdalena, Bárbara, Balbina, Lorenza, Fernanda y Karina.
Sus yernos, Gerardo Caderón, Armando Garza Sada, Fernando Medrano, Francisco González Ballesteros y Napoleón Cantú Cerna, quien falleció en octubre de 2019.
Sus hermanos, Pilar y Jesús y como 16 nietos.
La misa por su eterno descanso será este lunes 12 de julio a las 4pm en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima.
Descanse en paz Jorge Humberto.
Carta de Sonya Santos Garza a Jorge Humberto:
Yo tenia un tío que quería mucho. Crecí con él y con su harem de mujeres, sus 6 hijas; Magi, las cuatas Barbara y Balbina, Fernanda, Lorenza y Karina.
Desde niña disfruté de su casa, de su hospitalidad y del hermoso ambiente que formó con mi tía Magdalena, la mejor anfitriona; ella cocinando hogar y mi tío Jorge cantando la alegría.
En Volga se manifiesta el ejemplo de solidaridad familiar.
Mi tío Jorge fue poeta, cantante, músico, y con su guitarra nos introdujo en un mundo de bohemia. Con el siempre había melodía.
Tuvo unagran cualidad, que no es fácil de encontrar: su sentido del humor.
¡Ah como nos reímos con él! chistes legendarios que durante años, cuando lo veía, le pedía que me los volviera a contar, los mismos... cómo olvidar al que arreglaba el boiler.
Lo primero, al llegar a Monterrey, era hablar a su casa para irlos a ver, sentarnos en la mesa del comedor de mi tía Magdalena, ahora ya llena de nietos, y empezaban las risas, ¿de qué? De nada y de todo.
Así fue mi tío Jorge, un poeta trovador que nos hizo la vida más ligera, dándonos todo ese cariño que invariablemente recibimos de él.
Quiero a las Herrera, quiero a mi tía Magdalena y quise mucho a mi tío Jorge.