Misión Imposible: Sentencia Final (Mission Impossible: The Final Reckoning/ EUA, Inglaterra/ 2025)
A tomado 29 años cerrar el ciclo de Misión Imposible.
Ocho peliculas interesantes, muy buenas y a veces una que otra que ni debió exisitir.
Tom Cruise y su Ethan Hawke Hunt han visto demasiado, ha salvado a muchos y ha sido perseguido infinidad de veces como traidor o como salvador del mundo.
En Misión Imposible: Sentencia Final, segunda parte de Misión Imposible: Sentencia Mortal, octava película de la saga, Hunt en su odisea personal decide destruir la inteligencia artifical que amenaza con conquistar el mundo cuando se da cuenta que está “viva” y no sujeta a ningún control.
Es una tremenda cacería de dar con el paradero del submarino que esconde la inteligencia y a parte, todo lo que tiene que suceder para poder lograr llegar al submarino.
La inteligencia se ha aliado con fuerzas peligrosas incluyendo a Gabriel (Esai Morales) y aliados que se han convertido igual en deseosos de controlar la inteligencia artificial… si es que no los controla primero la entidad.
Lo de la inteligencia artifical como la espada de Damocles que pende sobre la cabeza que es el mundo entero no tiene novedad algun porque infinidad de películas han cuestionado a las inteligencias artificiales desde que Terminator en 1984 metió esa idea en la cabeza a Hollywood y sus producciones.
Aquí no hay diferencia alguna, puesto que Ethan Hunt por un lado es el personaje determinado, con las convecciones justas y correctas que decide terminar con el bicho cibernético a como de lugar.
Por el otro lado es una inteligencia artificial que caray, tiene que reclutar a las fuerzas oscuras diseñadas mas para ser rival de pelea en pantalla de Cruise que otra cosa.
Sentencia Mortal fue una película que infinidad de veces nos dejó con el “jesús” en la boca con unos montajes impresionantes de acción y una climática escena en un tren que uno mismo dice “como le hará Tom para superar eso”.
De hecho no, no lo hace, Sentecia Final no supera a Sentencia Mortal.
Si la primera era acción sin parar, Sentencia Final es una serie de montajes que debería dejar a uno sin aliento pero no, es una serie de viñetas cuya suma no ofrece mucho que digamos.
Hay de principio a fin en una película que de verdad no lo deja respirar a uno, bastantes escenas para cubrir casi tres horas de recorrido, pero en los 170 minutos de recorrido uno piensa mas en que la películas pudo ser mas corta y lograr los mismos resultados.
Uno se pregunta, ok las de Misión imposible de Tom Cruise están jaladas de los pelos, pero eso las hace entretenidas. Aquí le faltó mucho.
Sí, Tom Cruise dijo “debo de dar un gran cierre” pero no, parace mas un gran “ego trip” de Cruise, un autohomenaje de todo los que nos ofreció desde la prima película en 1996. Y eso que en todas las películas el centro de atención era él y solamente él.
La receta de cocina se cumple al pie de la letra, pero es hasta la segunda mitad de las casi tres horas que el Ethan Hunt de Tom Cruise comienza a hacer de las suyas y deja atrás rollo y diálogo que quieren hacer ver “seria” la película donde no lo es y no lo debería ser.
Parlamentos serios llevados a la exageración que quedan atrás cuando pasamos por fin al al montaje del avión de los cortos donde Crusie se luce haciendo sus propios “stunts” y no se diga mas.
Eso debieron ser los 170 minutos de Sentencia Final.
A lo mejor dos películas de hora y media cada una hubiera estado mejor pero no, nos toca lidear con un cierr no tan espectacular como muchos hubieramos deseado.
No se ha rebelado nada, pero tal vez Tom Cruise debería realizar un novena parte diciendo “ahora sí, lo que querían ver todos ustedes”.