¡Wow!

Revela su identidad el hombre que encontró el tesoro de Forrest Fenn

Jack Stuef decidió dar a conocer su nombre tras el fallo judicial de una demanda interpuesta por otro buscador del tesoro, valuado en más de un millón de dólares.

Después de meses de permanecer en el anonimato, el hombre que afirma haber encontrado el tesoro del excéntrico coleccionista de arte y antigüedades Forrest Fenn, esta semana finalmente ha revelado su identidad en una publicación en línea de la plataforma Medium.

El cazador de tesoros, que se identificó como Jack Stuef, aseguró que estuvo intentado encontrar el botín durante dos años antes hallarlo en junio en un lugar de las Montañas Rocosas, en el estado de Wyoming, donde fue escondido por el millonario estadounidense hace más de una década.

Fenn había confirmado el descubrimiento poco antes de fallecer a la edad de 90 años, pero no el nombre del afortunado.

Por su parte, un nieto del millonario confirmó este lunes la identidad de Stuef, señalando que es un estudiante de medicina, recoge The Guardian.

Stuef afirmó que en un inicio decidió no revelar su nombre porque no quería que su familia sufriera los "acosos, amenazas de muerte, invasiones de morada, demandas frívolas y un posible secuestro" que la familia de Fenn hizo.

Señala que desde que encontró el tesoro se mudó a un edificio con mayor seguridad, además de tomar las medidas necesarias para protegerse. Ahora guarda el botín en una bóveda en un "lugar seguro" en Nuevo México hasta que lo pueda vender.

Desde que Fenn escondió el cofre, varias personas se aventuraron a encontrarlo siguiendo las pistas encriptadas en un poema publicado en su libro de memorias 'The Thrill of The Chase'. Al menos cuatro buscadores del tesoro perdieron la vida en el intento.

Un tesoro que cobró cuatro vidas

 Desde 2016 han perdido la vida cuatro intrépidos tras la pista del jugoso botín.

Al primero, Randy Bilyeu, se lo tragó la tierra en enero de 2016. Tras varios meses sin dar señales de vida, los servicios de rescate encontraron su cadáver en las procelosas aguas de Río Grande.

Otra víctima fue Jeff Murphy, un hombre de 53 años de Illinois que se despeñó por una pendiente de más de 150 metros. Una suerte similar corrió un pastor de 52 años de Gran Junction (Colorado) a quienes sus fieles llamaban Paris Wallace. Su aventura zozobró en la garganta de Río Grande.

El último intrépido, Eric Ashby, que apenas pasaba de los 30, aparecía flotando en el río Arkansas en julio de 2017.

El cofre estaba compuesto por piezas de oro y rubíes, esmeraldas, zafiros de Ceilán, un gran número de diamantes, antiguas tallas chinas de jade y pulseras de oro de la época precolombina. El valor de todos esos objetos se estimaba entre uno y dos millones de dólares.

Stuef dijo que se vio obligado a revelar su nombre tras un fallo de un tribunal de Nuevo México el mes pasado, debido a una demanda "infundada" presentada por Barbara Andersen, una abogada de Chicago que gastó miles de dólares tratando de encontrar el tesoro, y quien afirma que sus correos electrónicos con el progreso de su búsqueda fueron "hackeados".

Por otro lado, el descubridor se compadeció de otros buscadores que deseaban encontrar el tesoro y ahora no podrán hacerlo. "Cuando encontré el tesoro, acabé con las esperanzas de muchas personas de todo el mundo que querían encontrarlo algún día", comentó.

Ex piloto de la Fuerza Aérea de EEUU reconvertido en marchante de arte y coleccionista de antigüedades, decidió meter sus posesiones más valiosas en el cofre cuando en 1988 fue diagnosticado de un agresivo cáncer para ser enterrado con él.

Pero superó la enfermedad y más de una década después cambió de idea, lo escondería para inspirar la aventura de otras personas. Ahora, dice, se siente "me siento medio feliz, medio triste" porque la búsqueda ha terminado.

El millonario falleció el 10 de septiembre en su casa en el estado de Nuevo México a la edad de 90 años.